Categoría: Unaporuna
Como otras veces, hoy os traemos un cachito de otro blog que seguimos desde hace muuucho tiempo y del que somos muy fans;
Los que normalmente leéis blogs seguro que conocéis Bebestilo; pues ahora le han dado un giro al blog y la definición del nuevo nombre nos ha gustado tanto, tanto, que queríamos tenerla aquí,
El año pasado, os contaba que una de las cosas que más me gustaban era ver atardecer, y una de las puestas de sol más bonitas que había visto fue en Formentera. Desde ese momento supe que si podía, intentaría repetir todos los años, porque se ha convertido en uno de mis sitios favoritos.
Este año, hemos renunciado a ir en Agosto, temporada alta, para poder ir a la casita de la que nos enamoramos desde que la vimos. La diferencia de precio entre Agosto y Septiembre era muy grande y teníamos muy claro que queríamos ir allí, y cuando veais las fotos, lo comprenderéis.
Aviso que en las fotos no se aprecia ni la mitad de la casa, y que tengo que dividirla en 2 post, porque hay muchísimas, pero para que os hagáis una idea de lo que hablo.
La casa tiene 5 habitaciones dobles, y eso fue un fallo porque nosotros pensábamos que eran 3 habitaciones y fuimos solo 6 personas, pero lo tendremos en cuenta para el año que viene, que tenemos muy claro que queremos repetir.
Cada habitación es independiente, con detalles muy cuidados y el estilo propio de la isla.
Azul, blanco y buganvilla son los colores más utilizados.
Cada zona de la casa tiene un comedor o un espacio para tomar algo. El equipo que fuimos me conocen perfectamente, y para cada comida, me ayudaban a poner la mesa bonita, y esperaban antes de sentarse para que hiciera alguna foto! Gracias por vuestra paciencia, y por dejarme hacer y deshacer a mi gusto 😉
La barbacoa, donde cenamos la primera noche.
El porche principal, era donde desayunábamos mientras veíamos el mar!
Y el patio interior (visto de día y de noche, que cambia mucho) y el salón.
En la cocina teníamos todo tipo de platos, copas y vasos, y se notaba el cariño con el que estaba todo preparado. No nos apetecía ni siquiera salir a cenar fuera, y preferíamos disfrutar de cenas largas y sobremesas que nunca acaban…
La semana que viene os enseño otros rincones y detalles de la casa.
Pero sin duda es el lugar perfecto para DESCONECTAR, DESCANSAR y DISFRUTAR.
Los martes con Carlos; #mehagomayor
Hablaba con una amiga que acaba de tener un niño de lo que cambian, de lo rápido que pasan de ser bebés que sólo comen y duermen (y lloran y ensucian pañales) a ser personajillos.
Revisando anoche las fotos de las 2 o 3 veces que hemos ido al campo con él…
Desde que era moreno con los ojos negros, colgadito en su mochila,
Eso sí, lo de flipar con los animales no ha cambiado nada; desde pequeñajo se calmaba cuando veía un perro…
Qué pelón! Ahí parece el cachorrillo del rey león cuando lo presentan a los demás animales 😉
Y de repente el rubillo éste que parece que cada noche lo echamos en lejía,
(Por cierto que esta foto es SOOC, tal cual sale de la cámara, y el tono «verde chillón» como diria uno que yo me sé, de la hierba, es el que tenía!)
Ahora sigue yendo en brazos,
pero no para de cogerlo todo,
curiosearlo todo,
y SONREIR
Aunque definitivamente ésta es su expresión favorita, Uhhhhhhh, acabo de descubrir una cosa increíble
que probablemente fuese una hormiga 😉
Me parece a mí que a este enano le va a gustar el plan de irse a Pelayo los fines de semana con el abuelo…
Post dedicado a la dueña de Pelayo, que dice que ve pocas fotos de Carlos…
… y Huerto de verano
Hace unos meses os enseñábamos nuestro huerto de invierno ; aunque la experiencia no acabó muy bien porque tuvimos una plaga que sólo dejó los esqueletos de las coles, nos quedaron ganas de repetir.
y nuestro padre nos instaló un sistema de riego por goteo gracias al que no salgo corriendo cada 2 o 3 días pensando que he matado a todas las plantas de sed,
Distintas variedades de tomates,
En general el huerto de verano suele ser más apetecible que el de invierno,
Especialmente por los tomates, que al comerlos crudos es cuando realmente se nota la diferencia entre algo cultivado en casa, sólo con sol, agua y buenas palabras (lo que me faltaba a mí es charlarle a los tomates, con lo que yo valoro el silencio 😉 )
Parte de nuestra cosecha lista para llevar a casa de unos amigos:
Ya está llegando el frío y necesitará un gorro que le abrigue bien las orejas,