Sii, ya os dijimos ayer que queda poquísimo para el gran día y los nervios empiezan? a aflorar…
Han sido unos meses intensos, con ratos muy alegres y otros ratos de preocupación; con miedos, bastantes miedos… Pero hemos llegado hasta aquí, semana 38, que en algunos momentos se veía tan lejana y tan difícil de alcanzar! Menos mal que nuestro enano es un campeón y se ha empeñado en seguir ahí pateando la barriga con todas sus fuerzas para darnos alguna a nosotros, para decirnos que está bien.
Qué lejos parece aquel día de marzo que fuimos a cenar con nuestros padres, para celebrar el santo de nuestra madre y el cumple de nuestro padre, a Amaltea, un restaurante que siempre recordaremos con cariño.
Es un sitio alegre, con las paredes pintadas de colores, con flores en las mesas, con su mesa comunal de azulejo tipico y sus botellas DIY de agua del grifo fresquita ;)!
Aquel día, de postre, aprovechamos para darles un regalito a cada uno…
Una cajita de cartón con un «vestidito» de fieltro de selfpacking y cada uno con su pegatina personalizada.
Lo abrieron…
y tardaron un rato en saber qué era,
y qué signifacaba, jajaj, y eso que los 2 son médicos!
Hoy llevamos ya muchos meses soñando con ese bebé, cuándo nacerá, cómo será su carita, a quién se parecerá…
Pero sobre todo, rezando para que esté bien, para que pueda ser un bebé feliz como tantos que vemos a nuestro alrededor.
Y ahora ya esperamos que todo eso se cumpla en breve y podamos contároslo llenos de alegría!