Categorías
Unaporuna

Mia o que hago, mira lo que hacen

Llevamos toda la semana pensando que teníamos que enseñaros este blog, 

una amiga que fue profe de Paula nos lo mandó el lunes y nos ha tenido enganchadas desde entonces.


Era el post de hoy pero es que, cuando me he despertado, tenía un wasap de mi hermana «de repente tú,; me he levantado, lo he leído y he llorado…»
Así que he repetido la operación; me he levantado, lo he leído, y he llorado…
Pero no han sido lágrimas de pena, nada más lejos de lo que intenta transmitir la familia de Merceditas, una niña que nació con una trisomía de las consideradas raras, una niña que nació, como todos los niños del mundo, con una misión que cumplir aquí abajo, una niña que nació para completar la familia perfecta.
La historia de la familia modelo nos sonaba, la de la felicidad imaginando la carita de su bebé desde que esperaban su llegada, también. Y la de las revisiones, y la de las consultas médicas que se contradicen, y la de las lágrimas.
Pero aquí llega la gran diferencia, como comentaba Beatriz en una de las entradas, 
Por qué será que todos los que os encontráis con una complicación en la vida os volvéis especiales?
Porque a mí me saldría decir que, gracias a Dios, Carlitos al final no tuvo las complicaciones que tanto temíamos y ayer mismo compartíamos con vosotros la alegría del diagnóstico definitivo. Y por supuesto que me alegro. Pero leyendo a su papá casi me da verguenza; 
«Llegaste tú y nos cambiaste el gesto» 
Porque lo bonito de este blog es la felicidad que irradian, porque Mercedes ha sido un regalo del cielo y no algo por lo que haya que compadecerlos y porque lo expresan con tanta alegría, que dan ganas de formar parte de alguna forma de esa familia perfecta por la que están luchando. Así que aquí estamos, esperando con impaciencia próximas entradas de su blog y las formas en que podemos colaborar con ellos…
Toda nuestra admiración a los padres de Mercedes y a todos los que, como ellos, son felices y hacen felices a sus niños especiales.
 Porque puede que nuestra vida fuera casi perfecta, de película, pero resulta que, de repente llegaste tú y ahora es perfecta de verdad.

Y a Merceditas, MUCHAS FELICIDADES con un día de retraso ;)!
Categorías
Unaporuna

Los martes con Carlos; tradiciones familiares



El año pasado os enseñábamos aquí y aquí rincones de la casa de cada agosto de nuestra infancia;
 quizás uno de los más representativos, a parte de las hamacas verdes, sean estas escaleras que desde siempre han estado presentes en nuestros veranos,
En el patio, centro neurálgico de la casa, junto a «la mesa de comer» y a la cocina, allí donde las horas pasan lentas. En determinados años, demasiado lentas para mi gusto pero es que la adolescencia no se suele llevar bien con el dolce far niente, al menos la mía.

Una escalera que nos ha visto crecer a todos, en la que nos hemos sentado a leer, a jugar al parchís (siempre me aburrió mucho ese juego pero por lo visto en Guardamar había que jugar a eso), o simplemente a charlar, y ahora me hace ilusión ver cómo le gusta a Carlos jugar en la escalera…
Yo siempre he estado cómoda en el escalón; aunque hubiera sillas libres (cosa que casi nunca pasaba porque allí casi siempre había over booking de primos) me sentaba ahí con mi libro a escuchar de fondo las charlas esas en las que a veces no se dice mucho, a veces es sólo comentar lo que se ha oído en la radio, lo que dice el periódico local, lo que vamos a comer mañana,
y a veces se habla también de sueños, de qué haremos el próximo curso, de qué seremos de mayores,
Charlas en las que si está mi hermana, las risas estan más que aseguradas (y los bucles también, por eso yo no suelto mi libro… 😉 )
Charlas fáciles que se pueden seguir a la vez que lees pero que no me gusta perderme, porque son esas mismas charlas las que a veces te sorprenden, se empieza un debate que durará horas, salen a relucir los jardines interiores…
Charlas que «hacen familia», hacen que los primos tengamos una relación que no se habría fraguado igual viéndonos en la cena de Nochebuena y 3 comidas familiares…


  A falta del permiso de los primos para publicar nuestras fotos en albornoz de cada año, ésta es la tradición de nuestros veranos guardamarienses:


Cada año repetiremos la foto con el albornoz para que cuando sea mayor, él también le tenga cariño a estas tradiciones 😉

Categorías
Inspiración Unaporuna

domingo=INSPIRACIóN

De ahí que la inspiración llegue en domigo 😉
Que terminéis de disfrutarlo!

Categorías
Unaporuna

Del porqué escribo más que hablo…

Ya os avisaba aquí que las charlas del verano darían para algunos post

Y antes de lo previsto ha llegado éste porque mi madre ayer también me dijo que X estaba muy extrañada, con lo reservada que es Marta y la cantidas de cosas que cuenta en su blog…
Pues sí, en parte porque me gusta mucho más escribir que hablar, siempre ha sido así, me siento más cómoda y además se me da mejor.
Le contaba yo a M que cuando son post de reflexión a menudo es como si los escribiese para mí misma, cosa que he hecho mchas veces antes de tener el blog, para desahogarme, para aclarar mis ideas o simplemente porque disfruto escribiendo.
Creo que ya os conté que cuando leo, aún más. No sé qué extraños mecanismos se activarán en la mente para que me salgan las frases más fluidas y más estructuradas.
A lo que iba, que voy escribiendo reflexiones para mí misma y cuando acabo, sin pensármelo mucho, le doy a «publicar». Y no me paro a analizar quien habrá al otro lado de la pantalla, quién va a leernos o quien no.
De hecho, segun qué cosas, no me imagino leyéndolas a determinadas personas . Así que intento no imaginármelas.
Delante del papel creo que es cuando soy más yo. O más cerca al yo que yo misma me creo, claro.
Estoy más cómoda escribiendo porque me expreso mejor pero también porque no tengo el miedo a que al otro no le esté interesando. O le esté molestando, o le importe 3 pimientos y esté aburrido de escucharme.
Si le cuento una historia a alguien siempre tengo la cosa de que me esté escuchando por compromiso y en realidad no le importe nada y querría estar hablando de otra cosa; así, si lo escribo en el blog y alguien entra a leerlo, por un lado es totalmente voluntario, entiendo que entrará sólo el que quiera leer nuestras historias. Y por otro, en el momento en que se aburra o pierda el interés (o le surja otra cosa que tenga que hacer en ese momento) puede dejar de leer. Sin compromiso alguno y sin que podamos sentirnos dolidas.
Y también sin tener que contestar, que a veces no hace falta…

También estaba el tema de subir fotos de los niños o no. Nosotras solemos subir más a Instagram, por ejemplo, que mandarlas por whats app, pero es por el mismo motivo; si yo le mando a alguien una foto de mi hijo por whatsapp, lo normal es que «se sienta en la obligación» de decir ay, q monoooo o cualquier otro piropo que puede que le salga del alma… O puede que no.
O puede que le parezcamos muy pesadas todo el dia haciéndole fotos al niño y que esté harta de verlo haciendo todas sus gracias. Lo mismo que si la envías a un grupo de esos.
 
Aquí, el que quiere las ve, al que le parecen un rollo cierra el post sin haberlo terminado y nadie se siente en la obligación de comentar (aunque por supuesto siempre se agradecen tooodos vuestros comentarios, eh? que hace mucha ilusión saber que estáis ahí!)
Y ya que hablamos de las fotos de niños, lo de sacarlos mucho, poco o nada en redes sociales… Yo no soy nada aprensiva para estas cosas y no creo que sacar fotos de un niño en redes sociales vaya a aumentar las posibilidades de que un día le hagan algo. No me gusta, ni ser mal pensada y creer que siempre hay gente dispuesta a hacerle algo malo a los demás, ni estar todo el día preocupada por todas las cosas malas que pueden pasar; Obviamente es una opinión personal y hay que respetar al que no quiere sacar a sus hijos (por eso para todos los niños que alguna vez han salido, siquiera nombrados aquí, teníamos permiso de sus padres).
En cuento a que Carlos salga en el blog sí que le dimos muchas vueltas porque esto no es un blog de maternidad, ni de niños propiamente dicho, pero si nuetro blog es un pequeño diario de las cosas bonitas que encontramos por la vida, qué  menos que sacar de vez en cuando lo más bonito que nos ha pasado, ¿no? (qué cursi me ha quedado, jeje). De ahí surgieron #losmartesconCarlos, un día a la semana previamente establecido para que, el que no tenga gana de ver fotos de #padresquebabeanconsuhijo ya sepa que los martes no son su día de ver el blog 😉

Y por último, Instagram, esa red social que se ha convertido sin duda alguna en nuestra favorita (y casi en la única que usamos). Y uno de nuestros propósitos de este año, #365instantes, una foto que refleje algo de cada día de esos 365.

Si el blog sirve de desahogo, de expresión ante el mundo, IG es un proyecto más personal; es una forma de ir guardando fotos de los momentos más importantes, divertidos, emocionantes o que simplemente nos gustaría recordar. Los guardamos en la retina, sí, y en el siglo en el que estamos, porqué no también en la nube. Un rinconcito donde tener un resumen de nuestro año en imágenes.
 

 Por lo tanto, la mayoría de las fotos son muy personales. No es tanto el enseñarlas como tenerlas todas seguidas para cuando yo quiera verlas, ordenaditas con sus etiquetas, etc. Es un forma de obligarme a hacer lo que de otra manera siempre voy dejando, ordenar y clasificar fotos. Así, al menos del móvil, voy eligiendo una cada dia…

Y por último, se que hay personas a las que le encanta tener todos o casi todos los días una foto de Carlitos, y pienso concretamente en mi madre y en mi abuela (y en @zamoranodíaz, jajaj), que tienen IG básicamente para eso, porque no siguen a nadie más, jeje. También para ellas son las fotos.

Ha salido un post larguísimo, luego mi hermana me riñe porque a la gente eso de leer tanto seguido… Pero es que, como ella misma diría, la cabra tira al monte, jajaj! El próximo prometo más fotos.

Hasta mañana!
Categorías
Unaporuna

Los martes con Carlos; sus faldones

Hoy aprovechamos el blog para enseñarles algunos faldones de Carlos a unas amigas que el otro día querían verlos en casa, pero como muchos ya están guardados…

 Con cuánta ilusión fuimos sacando faldones del fondo de los trasteros de sus abuelas, ¡y de sus bisabuelas! 

 

  



 

Su armario era una mezcla
de herencias y para nosotros, ése era el verdadero valor más allá de los
encajes o bordados que tuviese cada faldón…

 
 El
saber que éste lo habia llevado su abuelo de pequeño, que aquel me lo
había hecho a mí su bisabuela cuando nací o que el otro fue con el que
bautizaron a papá,

 
 Esas son las cosas que nos hacen ilusión,
 
Y también gracias a eso el #hombremásguapodelmundo consintió en ponerle «esas faldas» a un niño! 

  
Aunque
al principio no se le veía muy suelto para ponérselos, ni para
conjuntarlos, con buena voluntad se acaba sabiendo hasta si los lazos
van alante o atrás, eh? ;)!

 
 Algunos aún tienen las cintas rosas pero se las cambiamos por grises, azules o blancas, eh?

 
Y hasta aquí algunos de nuestros preferidos…
   
  
 (Fue un fallo hacerles las fotos sin planchar, grrr)
  
Ya avisamos que los martes seríamos un poco monotemáticas con los bebés, mañana volvemos con otras cosas, que tengáis un buen día!

Categorías
Para Sorprender Unaporuna

Los helados son para el verano

Un detalle fácil fácil y rápido rápido de hacer; hoy teníamos cena en casa de unos amigos, desde por la tarde, con baño en la piscina y niños incluidos, qué valientes!
Además de nuestro inseparable vino ;), queríamos llevar algo que les gustara también a los niños y, a ser posible, los tuviese un ratito entretenidos. Lo malo es que los que no teníamos mucho ratito para prepararlo éramos nosotros así que, mientras pensaba, esta mañana de casualidad he pasado a conocer la nueva tienda   Tiger que han abierto en Córdoba (si alguien aún no la conoce, no os la podéis perder!), unos «20duros» sólo de cosas monas!!  

Bueno, pues entre las miles de ideas que se nos iban ocurriendo al ver tantas cosas chulas, hemos encontrado 
Moldes de calipo! De silicona de colores, en paquetes de 4, hemos cogido uno para cada niño… 
La idea inicial era preparar en una cajita ingredientes para hacer los polos de distintos sabores tipo limas, limones, naranjas, azúcar, etc. Pero de repente faltaban 5 minutos para irnos a trabajar y ha habido que improvisar aún más:
Una caja de zapatos kraft que guardábamos por no tirarla, los 6 moldes de colores y 2 latas de coca-cola sin cafeína, 2 de fanta de naranja y 2 de limón; papel kraft hielo, una cuerda y un mensaje…
LOS HELADOS SON PARA EL VERANO
Para que al verlos, los niños tan listos con los que hemos estado, supieran de qué iba, jeje.

Más fácil y rápido imposible, eh?
Yo estaba trabajando cuando se los han dado así que me he perdido la elaboración pero me hago una idea de cómo ha quedado la cocina después de que 6 niños de 8 a 2 años intentaran rellenar moldes que no se sujetan de pie con latas de refresco… muy poco pegajosa…

                    Justalittle-bite

Cada vez estoy más convencida de que los regalos, cuanto menos les gusten a las madres, más les divierten a los enanos 😉 y si no estáis de acuerdo otro día os contamos cuando llevamos una caja llena de esmaltes de uñas para pintar piedras a un cumple de una niña de 4 años ;P
Tengo que decir que cuando yo he llegado ya estaba todo recogido y una cena buenísima en la mesa de la terraza… Planazo!
Muchas gracias a los anfitriones, hemos pasado un rato estupendo!
La próxima, en casa 😉
Categorías
Inspiración Unaporuna

La gente feliz lee y toma café

Hacía tiempo que no escribía un post de reflexión, tiempo que no leía. Cuando no paras ni un segundo al día es difícil reflexionar.

Aprendiendo a ser feliz de nuevo
Ser feliz no depende de tener cosas, no depende de lo que te rodea, o al menos, no sólo depende de eso.
 El otro día me dí cuenta de que llevo un tiempo en el que me paso el día enfadada, por supuesto sin motivos (motivos para enfadarme sí, como todo el mundo ;), pero no para estar todo el día).
Y no me gusta.

Llevo 2 mañanas «perdidas» porque vuelvo a tener obreros en casa -qué suerte la mía- y ni puedo irme, porque necesitan preguntarme cosas constantemente, ni puedo hacer nada en casa porque está todo empantanado. Así que duchaditos y listos los 2 desde las 8,30 a.m., Carlos y yo nos hemos dedicado a estar juntos, a reirnos, a sentarnos en el sofá y a dar paseos por el jardín. Sí, lo mismo que llevamos haciendo 5 meses pero con la diferencia de que yo siempre tenía algo que hacer, algo pendiente que intentaba hacer con una mano mientras con la otra lo entretenía a él.

En mi otra vida, hace muuucho tiempo, cuando no teníamos hijos, por las mañasnas leía en la cama. No los sábados, también los lunes, o los martes. Cuando me apetecía. Miraba mucho internet en el ipad pero no para aprender ni para hacer cursos, sólo por gusto. Hacía un máster, iba al gimnasio, quedaba con mis amigas casi todas las noches.
Mi casa a menudo estaba desordenada, cocinaba para #elhombremásguapodelmundo, era feliz; hacía muchas cosas, tenía tiempo para todo y para (casi) todos. Era muy feliz.

Pero ésto no es un post para decir el trabajo que da un niño pequeño ni nada por el estilo; Carlos no tiene nada que ver! De hecho, necesita tan poco para sonreir… Comer, dormir y que yo lo mire. O que le hablemos, poco más.

No fue Carlos, fue Alvaro. El que cambió mi vida; en este sentido no para mejor, desde luego.

Haz algo, No te pares, Haz cosas, Entretén la mente, Distraete…

Esa fue la clave cuando faltó Alvaro, para no venirme abajo, para no pensar, para seguir hacia delante en vez de sentarme en una silla a llorar; había que HACER COSAS, todos me lo decían y acabé creyéndomelo demasiado. Y haciéndolas, claro. Entre otras, así nació este blog.
No paraba, no paro, de hecho. Me acostumbré a vivir con una lista de cosas pendientes (aunque eso lo he tenido siempre) pero con la diferencia de tener que hacer cada día mientras más mejor. Antes yo solía dormir 8h, más que nada por tener buena cara pero la buena cara pasó a un plano tan lejano que daba igual la hora de irme a dormir. Me acostumbré a dormir poco y luego Carlos hizo el resto; 3 o 4h diarias, ojeras permanentes que he empezado a verme ahora.

Llevo 2 días sin hacer nada, dos días estupendos. De mejor humor, más descansada, con post peores. He hablado con gente que hacía tiempo que tenía abandonada, me he leído un libro, he vuelto a ser muy feliz. Y lo más importante, he recordado cómo era.
Me he dado cuenta de lo que hay que cambiar, aunque sea poco a poco, aunque pase por faltar algunos días por este rinconcito que una vez fue nuestro paño de lágrimas.

Estoy segura que merecerá la pena… 

silviagm78 en Instagram
                                                                                           os iré contando si soy capaz ;)!

P.D.1: Que no parezca que soy una desagradecida por no valorar lo que tengo; por supuesto que Carlitos me ha animado la vida entera, pero ni siquiera una cosa tan increiblemente buena logra tapar otra tan mala, o al menos, no tan rápido.

P.D.2: El título es del último libro que me he leído; la verdad es que lo que más me ha gustado del libro ha sido eso, el título. Pero eso me ha encantado, jeje, algo es algo 😉