Categorías
DIY Unaporuna

#losmartescon2; Masa mágica

Rescatando fotos de hace algún tiempo he encontrado éstas y me he acordado que nunca os habíamos hablado de esta «receta», si se le puede llamar así,

 

También conocida como Arena lunar, Moon Sand o Cloud Dough:

Si tenéis niños a los que les guste hacer mezclas, amasar, ensuciar, etc. (hay algún niño al que no le guste eso?), probadla; la primera vez que la ví me llamó la atención porque ponía que era una forma de jugar con arena sin ensuciar… Algo debimos hacer mal con la mezcla 😉

Sólo necesitáis harina y aceite, nosotros usamos uno de Johnsons baby para que no fuese tan apetecible, que conozco a mi gente, como diría @elhombremásguapodelmundo, y sólo le falta a Carlos mezclar harina con aceite de oliva y que huela igual que las tostadas (todas las masas que hacemos se las come crudas, todas)

Una taza para medir, un cuenco para mezclar y alguna que otra servilleta. Como ingrediente extra cogimos colorante alimenticio azul porque a Carlos le encanta jugar con los colorantes.

La proporción es un poco a ojo porque en la Red he leído desde una parte de aceite por cada 4 de harina hasta 8 o 9 de harina.

Nosotros pusimos una taza de harina y 1/4 de aceite,

y sólo hay que medirlo,

removerlo,

 

y amasarlo bien:

 

Y ya tenemos nuestra arena lunar! Para que os hagáis una idea de la textura, a mí me recuerda a la de los polvorones, que se deshacen fácilmente pero si los aprietas se vuelven a unir los trocitos.

Luego sólo queda sacar moldes, cuchillos etc. y a disfrutar de la masa! Cuando terminéis de jugar, podéis guardarla en una cajita para otro día. De hecho la de la foto seguimos usándola y tiene ya ¡6 meses!

Cómo ha crecido Carlos xD, y qué rápido se me ha pasado…

Ah! No os creáis que nos olvidamos el colorante, es que lo echamos a la harina y al ser en polvo no la tintó nada. Sin embargo, si la pones en contacto con un líquido, por ejemplo saliva…

Y yo que propuse esta receta porque «no manchaba»…

 

Categorías
Unaporuna

#losmartescon2; Volver

 Yo adivino el parpadeo

de las luces que a lo lejos

van marcando mi retorno

 

Volver,
a las list to do en servilletas de un sólo uso que cada día olvido en el bolsillo de la bata,
a encontrarme a los niños en pijama, a los minutos de la basura, como los llama @elhombremásguapodelmundo,
a las carreras a mediodía para no llegar tarde,
a controlar la demanda de la lactancia, que si la controlas ya no es a demanda, pero hay que cuadrar el horario para que coma justo antes de dejarlo,
a acordarme de todos los que tienen que volver al trabajo antes, de los que trabajan todo el día,

 Volver, con la frente marchita

Volver,
a peinarme cada día,
a echarlos de menos (igual que a veces se les echa de más 😉 )
a las comidas sin postre, a meterle prisa a Carlos para que se duerma porque si no, ni postre, ni comida,
a tener ratos para pensar,
y para oir música,
y para hablar de algo que no sean cuentos y escaleras peligrosas,

Volver,
a poder tomar algo al salir, ya que estás fuera…
a preocuparme por algo más allá de las rabietas,
a c—— en la conciliación,
a empezar a cortar un poquiiito ese hilito que dicen los expertos que a mí me gustan que debería durar otros 9 meses,

Sentir

que es un soplo la vida

que unos años no es nada

que febril la mirada

errante en las sombras

te busca y te nombra.

 

Volver,
a pensar que puede que mi abuela tenga razón y las mujeres nos hayamos organizado fatal,
a salir a la calle cada día,
a dar gracias por la suerte que tengo, por el horario, por el jefe comprensivo (en estas cosas!)
a darme cuenta de que no, que al menos yo, no estoy tan mal (lo siento abuela, te ha durado poco la razón 😉 )

 Vivir

con el alma aferrada
a un dulce recuerdo

Probablemente nunca sea buen momento,

Pero el viajero que huye

tarde o temprano

detiene su andar

así que hoy ha sido un día tan bueno como cualquier otro para volver al trabajo.
Y así, cada tarde,

 guardo escondida

una esperanza humilde

que es toda la fortuna

de mi corazón. 

 

Categorías
Unaporuna

Ikea con los niños!

Esta iniciativa que ha tenido IKEA me ha encantado!

Su principal objetivo es proporcionar una educación de calidad a los niños y niñas en países en vías de desarrollo.Y es que aún hoy, millones de niños en todo el mundo no tienen acceso a un derecho tan básico y fundamental como es el aprendizaje en la escuela,ya sea como consecuencia de la pobreza, por razones culturales o por discriminación.

IKEA pidió a niños de todos lados del mundo que enviaran un dibujo con el peluche de sus sueños, inventado por ellos. Recibieron cientos de respuestas tan originales y divertidas que el proceso de selección se hizo de lo más duro. De entre todos los dibujos, terminaron eligiendo 10, los cuales fueron convertidos en peluches reales, que ahora son vendidos en las tiendas de IKEA.

 

 

Por cada peluche vendido, Ikea donará 1€ a UNICEF y Save the Children para proyectos infantiles.
No os parecen una chulada??

 

Categorías
Unaporuna

#losmartescon2; De picnic en ¿Central Park?

Los últimos días antes de que naciera Martín hubo un poco de todo; como estuve trabajando casi, casi hasta el final se me acumularon los preparativos, la celebración del cumple de Carlos, que me hacía ilusión hacerla antes de que llegara su hermanito y compartieran protagonismo para siempre y todas esas cosas que vas dejando para «cuando esté de baja y tenga tiempo» 😉

El caso es que, por si se adelantaba, corrimos, corrimos y al final, de adelantarse nada, así que acabamos teniendo la última semana libre de verdad, sólo para dar paseos laaaargos a ver si Martín se animaba a salir, y para disfrutar los últimos días de niño único de Carlos,

Así que cuando supimos que el 19 de Noviembre sería el último día de pasear el barrigón, mi hermana nos propuso lo que acabó siendo UN PLANAZO,

Una manta de cuadros, una cestita con cosas ricas y un parque…

¿qué más necesitamos?

Sol y un niño con ganas de correr,

 
Ah! Y la cámara; estos espacios tan amplios son un gustazo a la hora de hacer fotos!

Veo las fotos de ese día y me transmiten tanta paz…

( ya llevaba puesta hasta la pulsera del hospital, jjj)

Aprovechamos para soplar oootra vez las 2 velitas,

Y para que Carlos disfrutara ¡mucho! las herramientas de chocolate que le había regalado su madrina:

Carreras y risas en un parque que nada tiene que envidiar a otros con más nombre… 

¡Deseando repetir!
Categorías
Unaporuna

Cuentos contra el Cáncer.


Hoy nos gustaría invitaros a todos desde nuestro pequeño rincón a colaborar en una iniciativa que ha propuesto el blog de Pequefelicidad.
 
 
Como ellas nos cuentan, «No hay nada que haga soñar más a un niño que un cuento, o un libro»
 
Quieren crear una pequeña biblioteca de cuentos y libros para todos los que lo necesiten.
 
¿No os parece buena idea?
 
Ahora, los que vivís en Córdoba, podéis entregarlos directamente en: Ludoteca Mundo Nuevo.
C/Luis Valenzuela Nº5
Lunes y Miércoles de 17h a 19h.
 
Y para todos los demás que queráis colaborar, podéis escribir un mail a: pequefelicidad@outlook.com
 
Que ningún niño se quede sin cuentos!
 

Categorías
Unaporuna

#losmartescon2; de bullying, pegar, chivarse y otras dudas

Como hemos vuelto tarde y cansados -aunque muy contentos- de la escapada del puente, hoy publicamos un post que llevaba ya un tiempo en borradores, desde que leí esta reflexión:


¿Qué hay que hacer cuando te pegan?

Tengo claro que devolverla, no. Eso de «no se pega» pero por otro lado «está bien que sepa defenderse» a mí no me gusta, me sigue pareciendo la doble moral que tanto vemos en educación, crianza, política o en lo que sea; esa doble moral que todos consensuamos sin necesidad de hablarlo pero que si alguien en un momento dado dice que no lo hace así, que no le gusta, todo el mundo salta; que no te has visto en la situación, que eso es idealismo, etc. Que no nos gusta descubrir que hay quién hace las cosas de otra forma, aunque cueste más trabajo.
Que recordar eso molesta.

Pues eso, cuando a un niño le pegan en el cole -o donde sea- ¿qué hay que decirle?
Pegar, para mí, está mal. Si yo intento no pegarles a ellos porque no estoy de acuerdo con ningún tipo de violencia, porque no soy capaz de decirles «no se pega» mientras les doy un azote, porque me sigue chirriando la frase de «yo sí porque soy el padre pero tú no porque eres pequeño», aunque ya esté en el otro lado -a veces, que el lado de la hija me lo siguen recordando a diario ;)-.

No se pega
No se devuelve una torta
¿Ni en defensa propia? Entonces, ¿qué se hace?

Salir corriendo? Eso es de cobardes…


¿Poner la otra mejilla? Idealmente sí, pero si no lo hago yo con 30 años en otras cosas de la vida no se lo voy a pedir a un niño de 2 años… puedo explicarle que eso es lo que haría el niño Jesús, que era muy bueno, muy bueno, pero que nosotros que no lo somos tanto podemos pedir ayuda, si no lo podemos solucionar de otra forma, antes de pegar.

¿¿Chivarse??


Los chivatos (aunque a mi madre no le guste la palabra) son lo peor del mundo, pero me parece especialmente interesante la diferencia que plantea una madre de Marte entre delatar y denunciar; chivarse lo englobará todo, pero tendremos que enseñarles a diferenciar que si una cosa le hace daño a otro niño -o a otra persona-, se debe denunciar. Si simplemente es una trastada individual como, yo que sé, escaparse de clase o copiar, por ejemplo, entonces eso sí sería más delatar…

Difícil diferenciarlo, ¿eh? tanto que hasta busqué las definiciones:

Chivato: Persona que acusa o delata a alguien o informa de forma secreta acerca de algo.

Acusar: Atribuir a una persona la responsabilidad de un delito, una falta o una acción reprobable.

Delatar: Desvelar a una autoridad quién es el autor de una falta o un delito.

  1. Poner de manifiesto algo que se guarda oculto y que, generalmente, es reprobable.

Denunciar: Comunicar a una autoridad que se ha cometido un delito o que alguien es el autor de un delito.
       Declarar públicamente que cierta cosa se considera ilegal o injusta.

¿Entonces la diferencia es que lo haces en secreto? Denunciar suena como más valiente… suena hasta bien. De hecho Kiva, el programa escolar antibullying que más éxito ha tenido en Finlandia, se basa precisamente en promover la denuncia de los compañeros:

KiVa intenta cambiar las normas que rigen el grupo —indica la profesora—. Dentro del grupo están los otros, esas personas que no acosan, que observan, que son testigos y que se ríen. A través de esa comunicación no verbal transmiten el mensaje de que lo que pasa es divertido o está bien, aunque tengan una opinión diferente. No hay que cambiar la actitud de la víctima, para que sea más extrovertida o menos tímida, sino influir en los testigos. Si se consigue que no participen en el acoso, eso hace cambiar la actitud del acosador. El objetivo es concienciar de lo importante de las acciones del grupo y empatizar, defender y apoyar a la víctima».

¿Entonces?

Aquí parece que hemos mezclado varios temas pero es que este fin de semana me he leído un libro de una chica de 20 años que lleva desde los 13 arrastrando problemas importantes en parte provocados por el bullying que sufrió en el colegio. Y me ha recordado otra reflexión que leí ahora mismo no recuerdo dónde sobre lo horrible que debe ser que acosen a tu hijo, es cierto, pero más horrible puede ser que tu hijo sea de los acosadores. Y estoy de acuerdo. En el primer caso podremos ayudarlos, darles armas para que les afecte lo menos posible, para hacerlos fuertes, alejarlos de ese ambiente dañino… pero, y si los dañinos son ellos? eso debe ser mucho más complicado (no era este artículo pero podéis leer la idea aquí)
Así que, ¿cómo lo véis vosotros? ¿creéis que es una buena solución promover entre los niños que pidan ayuda si les pegan y no pueden solucionar las cosas de otra manera? ¿creéis que es mejor que se defiendan ellos solos? ¿la primera opción los convertirá en unos chivatos y por tanto, en esos a los que todo el mundo quiere pegar? 
Categorías
Unaporuna

Entre el bien y el mal de los niños…

Tenemos una lucha constante mi hermana y yo, en el buen sentido, de lo que es bueno, o no lo es. Yo sé que lleva razón, pero…Me cuesta no llevarle lacasitos, o no ponerle videos en el IPhone, aún sabiendo que no lo debería hacer. Aunque…yo soy su TÍA. 

Últimamente leo mil artículos de lo bueno para los niños, lo malo, lo que no debes hacer… Y la realidad es que cada una hace lo mejor para sus hijos. (Imagino que habréis leído la carta del pediatra estos días por internet….sino, la pondremos la semana que viene 😉

El artículo que leí mientras desayunaba esta mañana, se llama: «7 Maneras en las que podrías estar arruinando a tu hijo». El título para mi es demasiado excesivo, pero os resumo lo que cuentan, y podéis leerlo entero aquí.

1. Televisión de fondo

Quizás no eres el tipo de padre que deja a su hijo frente al televisor. Mejor. Sin embargo, podrías ser culpable de lo que la Academia Americana de Pediatría (AAP, American Academy of Pediatrics) llama “televisión de fondo”. Quizás tienes tu comedia favorita sintonizada mientras cocinas la cena o limpias la sala de estar. Sin saberlo, tu bebé gateador está recibiendo más de lo que piensas.

En un estudio conducido por esta academia, encontraron que “el niño promedio de entre 8 meses a 8 años está expuesto a casi 4 horas de televisión de fondo a lo largo de un periodo de 24 horas.” Eliminando la sobreexposición incrementará las habilidades cognitivas de tu hijo y prevendrá los problemas que ocurren con la sobre estimulación. En vez, prueba con música de fondo o incluso cántales a tus pequeños.

(Mi hermana y alguna de sus amigas, imprimirían este primer punto 🙂

2. Consentir

La liquidación de ‘Baby Gap’ ha estado llamándote desde ayer, pero no podrás llegar antes del cierre porque pasarás tu tarde en otra tienda. Con lo lindo que es tu pequeño, debe ser muy difícil no vestirlo con lo último en moda –especialmente desde que las redes sociales ruegan que presumas de tu modelo bebé a todos tus 3.052 amigos.
Todos sabemos que consentir no hace más que dañar a tu hijo –y a la sociedad– a largo plazo. Darles más de lo que necesitan crea un sentido de derecho e ingratitud. En el mundo laboral y en su futuro entorno familiar, tus hijos seguirán esperando tener todo lo que quieren, y esa no es una realidad. Ayúdalos a descubrir ahora que el mundo no gira en torno a ellos.

3. Exceso de jugo, o chuches, chocolates…

Un fastidio, lo sabemos. Pero la verdad sea dicha, el jugo llena a tu hijo rápidamente con calorías vacías, eliminando un apetito por una comida nutritiva. La AAP aconseja administrar pequeñas cantidades de jugo 100 por ciento y que no sea introducido hasta los 6-9 meses de edad. La mayoría de los niños les encanta el agua, y al parecer también les hace muy bien.

4. Falta de trabajo

¿No habría sido lindo haber hecho tu propia granja? Quehaceres matutinos que tenían que hacerse debido a que la vida de los animales –y la cena– dependían de ello. Mientras que no a todos los bendijeron con una crianza del medio oeste, todavía podemos enseñar la importancia del trabajo en casa. Ayudar en el jardín, con los platos, la ropa y sacando la basura son todas formas para que tu hijo se gane algo de dinero y sientan la satisfacción del trabajo. Para motivación extra, déjalos escoger el juguete que quieran y ayúdalos a ahorrar para ello. Obviamente tu forma de limpiar el escusado será mejor que el intento de tu hijo de 6 años, pero a veces las lecciones de vida son más importantes que un asiento limpio. Pero la felicidad, en el sentido más importante, viene de lograr algo que valga la pena.

El resto podéis leerlos en el link, para que el post no se haga muy largo… Hay otro punto más sobre la Tv…parece que pisa fuerte este tema 😉

¿Qué pensáis? ¿Estáis de acuerdo?