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#losmartesconCarlos; Viajando con un bebé

Leía el otro día un post sobre viajar con niños y los consejos típicos que todas las madres dan, esos de reducir al mínimo el equipaje e intentar buscar planes que a ellos también les resulten atractivos,

Claro que, aunque no lo parezca, cuando son realmente bebés es mucho más fácil!

Ahora hace un año que fuimos por primera vez a Madrid con el enano…
fuimos precisamente a un encuentro de bloggers que nos habíamos conocido en el curso de Hello creatividad y allí nos plantamos
en la comida con el niño a cuestas…

A nosotros  siempre nos ha encantado viajar, los que nos sigáis un
poquito lo sabréis, así que desde el principio nos propusimos que el
hecho de tener un bebé no nos echara para atrás y sobre todo, que no nos
diera pereza (como tampoco queríamos que nos diera pereza hacer otro tipo de planes por tener quer transportar carrito,
pañales, etc.) Y lo vamos consiguiendo 🙂

Esa primera vez Carlos era tan pequeñito que aún llevaba su carro grande… y eso fue casi todo lo que llevamos, ni cuna ni cambiador, ni bañera de viaje, ni comida (que cómodo era llevarla incorporada) ni nada, su carro para pasear y para dormir y una bolsa eso sí, con muchas mudas porque aún era un bebé de esos que echan y… cada vez que comen. pero con lo pequeñitos que son toda su ropa cabía en una bolsita!

Qué pequeñajo era!

Evidentemente habría sido más cómodo una mochila y el bebé durmiendo con nosotros pero es que yo no me separaba de mi carro 😉

(como fue la primera excursión no sacamos la camara grande y sólo tenemos fotos de iphone, pero eso no se repite! Reduciremos equipaje por otro sitio pero nuestra réflex se viene con nosotros, que luego siempre la echo de menos!)

Después de esa primara experiencia, que nos encantó, nos hemos movido más, claro que sí, y volvimos a Madrid ya convertido en un personajillo,

Los bebés no necesitan tantas cosas, eso sí, algún cuento y el pan, que no falten!

Aún nos dejó hacer un poco plan «de mayores»; 

Algunas tiendas,

Cena con amigos, etc, pero está claro que a partir de ahora los viajes tendrán que ir siendo más enfocados a cosas que a él también le interesen y a sus ritmos…

El domingo sí hicimos uno de esos planes, estuvimos en el Mercado de Motores, que no lo conocíamos, y tanto a él como a nosotros, nos encantó!

A él, sobre todo, los trenes e ir probando las cosas rican que tenían en cada puestecito,

Y a nosotros, la cantidad de objetos curiosos que vendían… E ir probando también las cosas de los puestos de comida, jeje!

Después de todo el día pateando la calle, tener amigos que te acojan en sus casas se agradece mucho,

Al final lo importante es asumir que, tengan la edad que tengan, ya no es un viaje de 2 y por tanto los planes hay que decidirlos «entre todos» y para todos, con ratos de diversión para cada uno,

Los viajes cambian pero al menos a mí me compensa tanto compartir esos ratos con ellos… Creo que es porque para mí los viajes son más lo que vives, la convivencia unos días fuera de la rutina, que lo que ves o dejas de ver de cada sitio

Así que ya estamos pensando en nuestro próximo destino juntos :)!

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DIY Letras luminosas

Empezamos la semana con una manualidad fácil y muy vistosa que hicimos hace tiempo para el bebé de una buena amiga,
                                                        Las letras luminosas de moda ;)!

Es una versión perfeccionada de Nuestra estrella de luz para la que sólo hace falta una plancha de madera no muy gruesa, una bolsa de pelotas de ping pong y, como la otra vez, una tira de lucecitas navideñas,
La única pega es que hace falta tener algo para cortar madera; si no siempre podéis hacer la figura de cartón… Nosotras tenemos la suerte de tener unos primos con herramientas de todo tipo así que para recortar la figura de la A en la madera nos fuimos a su casa y también aprovechamos para hacerle, con la Dremmel, agujeritos por los que pasar las bombillas de la guirnalda,
El siguiente paso sería pintar la letra del color que nos guste, que en este caso era ese verde…

Luego con un cuchillo de punta les hacemos un corte con forma de aspa a cada pelota de Ping pong,
Vamos metiendo las bombillitas de la guirnalda por cada agujero de la madera y le encajamos la pelota por la zona del corte de forma que se sujetan solas, a presión,
No sé si ha quedado muy clara la explicación pero, para variar, lo hicimos todo a última hora y no nos dió tiempo a hacer fotos del paso a paso. 
Sólo tenemos éstas de la letra terminada y del pelele que completaba el regalito,


Salieron todas oscuras porque se nos hizo casi de noche esperando que se secara la pintura,

Pero bueno, lo importante es que a Andrés (y a su mamá 😉 ) les gustara su letra luminosa…

No os ha parecido una forma muy fácil de hacer estas letras que están tan de moda?
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viernes=INSPIRACIóN

Si lo encuentras…
             FELIZ FIN DE SEMANA!!
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FOX! Cook & Sound. Querrás volver!

Creo que lleva 2 meses abierto en Madrid y ya se ha convertido en uno de los restaurantes de moda de la capital. Y no me extraña.

El nombre y el logo ya me gustaban antes de ir. Y para una marketiniana todos esos detalles suman.

El fin de semana lo hemos pasado en Madrid en el cumpleaños de una íntima amiga. Como cuando subo a Madrid me gusta organizarme bien y ver a todas o casi todas mis amigas, para el viernes habíamos reservado cenita en FOX, con otro grupo. Gracias niñas, por elegir siempre sitios que me encantan.

De las mismas diseñadoras de TEN CON TEN (que es uno de mis preferidos para 1ª copa) o DU LIBAN, el estudio Cousi Interiorismo se ha encargado de toda la decoración.

Tiene diferentes espacios, con decoraciones muy distintas, y por supuesto una zona para copas.

 También tienen zonas para reservados, con baño exclusivo, televisión y servicio exclusivo de camareros.

Y la comida totalmente recomendable. Por un lado tienes carta de Sushi, y luego cocina de autor. Entre nuestras elecciones mi recomendación es: croquetas de carabineros, solomillo con foie, y corte de tataki de presa ibérica. Los nombres de los platos en la carta son un poco más elaborados, pero no hice fotos de la carta y ahora no los recuerdo.

Por último y muy importante, debéis llamar con mucho tiempo de antelación porque aunque el sitio sea muy grande, se llena enseguida.

Si vais, no os olvidéis contarnos que os ha parecido.

Eso sí, el precio debéis saber que estáis en Madrid, y además en uno de los sitios más solicitados de la Capital, pero que para darse un capricho merece la pena!

Creo que me he acostumbrado a la tapa + caña de Sevilla en el bar de la esquina, y se me había olvidado el Glamour que tiene esta ciudad… 🙂

Os dejamos sus coordenadas:

Dónde: C./ Fernández de la Hoz, 66
Tel.: 91 399 02 53 –

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#losmartesconCarlos; Nuestras mañanas lentas

Hoy os traigo un «robado», un post que leí en su momento, en agosto del 2013, y me gustó bastante; El otro día por casualidad volvió a aparecer por mi pantalla y entonces lo entendí de verdad.


Porque es eso lo que yo he estado persiguiendo los últimos meses y es eso lo que os comentaba aquí que había conseguido; voy más lenta. El secreto que me preguntabas, Mar, creo que ha sido sólo darme cuenta que de verdad eso es lo que le sienta bien a Carlos. Y sorprenderme cada día de las cosas que «le he enseñado» (las ha aprendido él, mejor dicho) mientras creía que no estaba siendo productiva.


 El día en que dejé de decir «date prisa»


Cuando estás viviendo una vida apretada, cada minuto cuenta.
Sientes que deberías tachar algo de la lista de cosas pendientes, mirar
una pantalla, o salir corriendo hacia el siguiente destino. Y no importa
en cuántas partes dividas tu tiempo y atención, no importa cuántas
tareas trates de hacer a la vez, nunca hay suficiente tiempo para
ponerse al día.

Esa fue mi vida durante dos años frenéticos. Mis
pensamientos y acciones estaban controlados por notificaciones
electrónicas, melodías para el móvil y agendas repletas. Y aunque cada
fibra de mi sargento interior quería llegar a tiempo a todas las
actividades de mi programa, yo no.

Verás, hace seis años, fui bendecida con una niña relajada, sin preocupaciones, del tipo de quienes se paran a oler las rosas.
Cuando
tenía que estar ya fuera de casa, ella estaba ahí, toda dulzura,
tomándose su tiempo para elegir un bolso y una corona con purpurina.

Cuando
tenía que estar en algún sitio desde hacía cinco minutos, ella insistía
en intentar sentar y ponerle el cinturón de seguridad a su peluche.

Cuando
necesitaba pasar rápidamente a comprar un bocadillo en Subway, se
paraba a hablar con la señora mayor que se parecía a su abuela.

Cuando tenía 30 minutos para ir a correr, quería que parase la sillita para acariciar a cada perro con el que nos cruzábamos.
Cuando tenía la agenda completa desde las seis de la mañana, me pedía que le dejase cascar y batir los huevos con todo cuidado.


Mi
niña despreocupada fue un regalo para mi personalidad de tipo A,
orientada al trabajo, pero yo no lo vi. Oh no, cuando tienes una vida
apretada, tienes visión de túnel – solo ves el siguiente punto en tu
agenda. Y todo lo que no se pueda tachar de la lista es una pérdida de
tiempo.

Cada vez que mi hija me desviaba de mi horario, me decía a
mí misma: «No tenemos tiempo para esto». Así que las dos palabras que
más usaba con mi pequeña amante de la vida eran: «Date prisa».

Empezaba mis frases con esas dos palabras.
Date prisa, vamos a llegar tarde.
Y las terminaba igual.
Nos lo vamos a perder todo si no te das prisa.

Comenzaba el día así.
Date prisa y cómete el desayuno.
Date prisa y vístete.
Terminaba el día de la misma forma.
Date prisa y lávate los dientes.
Date prisa y métete en la cama.

Y
aunque las palabras «date prisa» conseguían poco o nada para aumentar
la velocidad de mi hija, las pronunciaba igualmente. Tal vez incluso más
que las palabras «te quiero».

La verdad duele, pero la verdad cura… y me acerca a la madre que quiero ser.

Entonces,
un día trascendental, las cosas cambiaron. Habíamos recogido a mi hija
mayor del cole y estábamos saliendo del coche. Como no iba lo
suficientemente deprisa para su gusto, mi hija mayor le dijo a su
hermana: «Eres muy lenta». Y cuando se cruzó de brazos y dejó escapar un
suspiro exasperado, me vi a mí misma – la visión fue desgarradora.

Yo era una matona que empujaba y presionaba y acosaba a una niña pequeña que sólo quería disfrutar de la vida.
Se me abrieron los ojos, vi con claridad el daño que mi existencia apresurada infligía a mis dos hijas.
Aunque
me temblaba la voz, miré a los ojos de mi hija pequeña y le dije:
«Siento mucho haberte metido prisa. Me encanta que te tomes tu tiempo, y
me gustaría ser más como tú».

Mis dos hijas me miraban igualmente
sorprendidas por mi dolorosa admisión, pero la cara de mi hija menor
tenía un brillo inconfundible de validación y aceptación.

«Prometo ser más paciente a partir de ahora», dije mientras abrazaba a mi pequeña, que sonreía con la promesa de su madre.

Fue
bastante fácil desterrar las palabras «date prisa» de mi vocabulario.
Lo que no fue tan fácil era conseguir la paciencia necesaria para
esperar a mi lenta hija. Para ayudarnos a las dos, empecé a darle un
poco más de tiempo para prepararse si teníamos que ir a alguna parte. Y a
veces, incluso así, todavía llegábamos tarde. En esos momentos me
tranquilizaba pensar que solo llegaría tarde a los sitios unos pocos
años, mientras ella fuese pequeña.

Cuando mi hija y yo íbamos a
pasear o a la tienda, le dejaba marcar el ritmo. Y cuando se paraba para
admirar algo, intentaba quitarme la agenda de la cabeza para
simplemente observar lo que hacía. Vi expresiones en su cara que no
había visto nunca antes. Estudié los hoyuelos de sus manos y la forma en
que sus ojos se arrugan cuando sonríe. Vi cómo otras personas
respondían cuando se paraba para hablar con ellos. Observé cómo
descubría bichos interesantes y flores bonitas. Era una observadora, y
aprendí rápidamente que los observadores del mundo son regalos raros y
hermosos. Ahí fue cuando por fin me di cuenta de que era un regalo para
mi alma frenética.


Mi
promesa de frenar es de hace casi tres años, y al mismo tiempo empezó
mi viaje para dejar de lado la distracción diaria y atrapar lo que de
verdad importa en la vida. Vivir en un ritmo más lento todavía requiere
un esfuerzo extra. Mi hija pequeña es el vivo recuerdo de por qué tengo
que seguir intentándolo. De hecho, el otro día, me lo volvió a recordar.

Habíamos
salido a dar un paseo en bicicleta durante las vacaciones. Después de
comprarle un helado, se sentó en una mesa de picnic para admirar con
deleite la torre de hielo que tenía en la mano.

De repente, una mirada de preocupación cruzó su rostro. «¿Tengo que darme prisa, mamá?»
Casi lloro. Tal vez las cicatrices de una vida acelerada no desaparecen por completo, pensé con tristeza.
Mientras
mi hija me miraba esperando a saber si podía tomarse su tiempo, supe
que tenía una opción. Podía sentarme allí y sufrir pensando en la
cantidad de veces que le había metido prisa a mi hija en la vida… o
podía celebrar el hecho de que hoy intento hacer algo distinto.

Elegí vivir el hoy.


«No
tienes que darte prisa. Tómate tu tiempo», le dije tranquilamente. Su
rostro se iluminó al instante y se le relajaron los hombros.

Y así
estuvimos hablando de las cosas de las que hablan las niñas de seis
años que tocan el ukelele. Incluso hubo momentos en que nos sentamos en
silencio simplemente sonriendo la una a la otra y admirando las vistas y
sonidos que nos rodeaban.

Pensé que mi hija se iba a comer toda
la maldita cosa – pero cuando llegó al último pedazo, me pasó la cuchara
con lo que quedaba de helado. «He guardado el último bocado para ti,
mamá», me dijo con orgullo.

Mientras el manjar saciaba mi sed, me dí cuenta de que había hecho el negocio de mi vida.
Le
di a mi hija un poco de tiempo … y, a cambio, ella me dio su último
sorbo y me recordó que las cosas son más dulces y el amor llega con más
facilidad cuando dejas de correr por la vida.


Ya se trate de …
Tomarse un helado
Coger flores
Ponerse el cinturón de seguridad
Batir huevos
Buscar conchas en la playa
Ver mariquitas y otros bichos
Pasear por la calle

No diré: «No tenemos tiempo para esto». Porque básicamente estaría diciendo: «No tenemos tiempo para vivir».

Hacer una pausa para deleitarse con los placeres simples de la vida es la única manera de vivir de verdad.
(Confía en mí, he aprendido de la mejor experta del mundo.)
 

Por eso, aunque a algunos les parezca una locura, cuando cada noche sigo dumiendo a Carlos en brazos o cantandole alguna canción inventada por nosotros sobre lo que hemos hecho ese día, no me parece una pérdida de tiempo, no me da miedo «que se acostumbre» -entre otras cosas porque ya lo está, jeje-. No conozco a ningún niño que con 15 años quiera que su madre lo duerma en brazos, y 15 años me parece tan poco…

Por eso hoy, que ha tardado más en dormirse, el post es «copiado», no le he dedicado tanto tiempo y aún puedo aprovechar para hacerle un juguete nuevo que le estoy preparando para mañana, y para acostarme antes, incluso para leer… O para escribir esto al lado de su cuna, con el brillo del teléfono al mínimo y su respiración, al fin pausada, como banda sonora.
Mi cuarto está más calentito y huele mejor porque él está aquí. 
Mis mañanas no se acuerdan de lo que significa «productividad» pero son las mejores #mañanaslentas del mundo.

Aunque echemos una hora comiendo un pan de tortuga regalo de #lalocadesutía

Y vosotros, tenéis algún ratito lento que consigáis disfrutar cada día?
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Días de calsots

Anoche una amiga de Barcelona nos contaba su plan de domingo y nos acordamos que teníamos estas fotos pendientes de enseñaros:

Son de una calcotada que hicimos en Tarragona… hace ya 2 años!

Para los que no los hayáis probado nunca, los calcots son una especie de cebollas típicas de las zonas interiores de Cataluña,

De las que se comen los tallos jóvenes, normalmente a finales de invierno o principios de primavera,

Se cortan un poco las hojas,

Se ponen en una especie de parrilla gigante y se asan sobre sarmientos secos,

El truco consiste en asarlos directamente sobre la llama viva,

hasta que se pongan totalmente negros,

Luego se envuelven en papel de periódico por manojos y se dejan reposar un rato,

Por último se le quita la capa exterior, la que está negra, y se toman acompañados de Romesco; una salsa a base de tomate, aceite, ajo, almendras…
Ñam Ñam!
Un buen plan de  fin de semana si estáis por aquella zona, no os parece?

Y vosotros, habéis hecho alguna vez una calcotada?

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Para este finde…Un VINITO, bueno, bonito y barato.

Hoy un post cortito, estamos de juernesss y mañana nos vamos de viaje así que no hay tiempo para muchas fotos bonitas y recetas apetecibles.

Nosotras, que las dos somos muy de vino, y el #hombremásguapodelmundo todavía más (sólo le pide a los Reyes Magos botellas – de las buenas, claro! 😉 – de vino).

Así que yo que no tengo el paladar tan exquisito he apuntado de una «Selección de los mejores vinos del supermercado por menos de 7€» que leí hace poco, los que más me gustan, y lo compartimos con vosotros para que aprovechéis para probar alguno este fin de semana.

VINOS BLANCOS

Marqués de Riscal Verdejo 2013. www.marquesderiscal.com. D.O. Rueda. Perfume herbáceo con sensación a Heno de Pravia, sabor seco pero afrutado (a frutos secos, a anacardo). Precio: 6,69 euros. Dónde comprarlo: Carrefour, Eroski, El Corte Inglés, Mercadona, Consum, Caprabo y DIA.

VINOS ROSADOS:

Señorío de Sarría Rosado Garnacha. www.señoriodesarria.com. D.O. Navarra. Con la voluptuosa uva garnacha se elabora este vino untuoso, fresco y mineral, con textura de una grasa delicada con sabores primarios de fruta y postgusto largo. Precio: 3,61 euros. Dónde comprarlo: El Corte Inglés.

VINOS TINTOS:

Finca Constancia Tinto Reserva. www.fincaconstancia.es. Vino de la Tierra de Castilla. Criado trece meses en roble nuevo francés, coge densidad y bouquet de mantequilla irlandesa, mentol y tanino abocado. Aroma maduro, a especias y frutas encharcadas. Poderoso en boca. Azúcar residual y 14 grados. Precio: 6,85 euros. Dónde comprarlo: El Corte Inglés y Alcampo.

Hacienda López de Haro Tinto Crianza. www.classica.com. D.O.Ca rioja. un clásico riojano, de tempranillo, garnacha y graciano, en barrica. Bouquet a mantequilla y trufa, especiado a pimiento. Precio: 6,03 euros. Dónde comprarlo: El Corte Inglés. 

Finca Resalso Roble. www.emiliomoro.com. D.O. Ribera del Duero. Su clave es la alquimia enológica que le otorga una sublime elaboración. Intensamente aromático, poderoso en boca y sabor de mantequilla y mora. Precio. 6,99 euros. Dónde comprarlo: El Corte Inglés, Carrefour, Gadis, El Árbol, Makro.

Si probáis alguno, ya nos contaréis que tal…