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Unaporuna

Cambia la forma de decir las cosas, y las cosas cambíarán…

Hoy una reflexión muy bonita que nos puede servir a todos…
 
 
Un día, Thomas Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota.
Él le dijo a ella: «Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre»
Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó en voz alta la carta que le trajo su hijo. «Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted».
Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los más grandes inventores del siglo.
Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio. Él lo tomó y lo abrió. En el papel estaba escrito «Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela.»
Edison lloró por horas, entonces él escribió en su diario: «Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió en el genio del siglo».

 
Qué impresionante la reacción de su mamá ¿verdad?
 
En lugar de leer lo que realmente decía la carta, y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo, le dio un giro completamente y le inyectó seguridad y certeza a su hijo!
Le hizo creer que era un genio, y se lo creyó tanto, que creció y murió siéndolo.
 
Quizás hablamos mucho de la relación entre padres e hijos, de niños y de todo ese mundo que les rodea…Pero estamos en un momento en el que ni nosotras mismas hablamos de otra cosa…
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Ñam Ñam Unaporuna

#losmartesconCarlos; Hoy cocinamos… FANTASMAS!

Aunque mucha gente relaciona los fantasmas con la noche de Halloween, lo cierto es que esta receta va a gustaros cualquier día del año 😉

 

La idea la sacamos de Pancracio, como tantas otras, sólo que tuvimos un pequeño problemilla al medir las cantidades para el merengue y no conseguimos que endureciera lo suficiente…
Ingredientes:

En la receta original los fantasmitas van sobre estas cookies pero nosotros teníamos en casa unos gofres que nos había traído mi hermana de Bélgica y que el enano busca la mínima ocasión para volver a probar,

 así que al final acabamos haciendo nuestra propia versión de gofres con chocolate y nata fantasmal:

 mucho más rápida que la original, nos limitamos a coger un bote de nata montada para hacer los fantasmas,

 y, eso sí, un poco de chocolate derretido con el que, con la ayuda de un palillo de dientes, hicimos las gotitas para los ojos y la boca de susto:

No es exactamente el tipo de recetas sanas que intentamos hacer juntos peeeero… Un día es un día ;)!

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Inspiración Unaporuna

Viernes = Inspiración…

 
 
La semana pasada, cuando estuve en nuestras oficinas de Galicia, un día me dijo mi jefe que no podía reírme tanto, ni tan fuerte, en la oficina claro! Al día siguiente bromeaba con mis compañeros de que llevaba un papel con temas tristes, y lo iba a leer cada rato, para intentar no reírme…y de pensarlo, me volvía a reír. Me dijeron que si los andaluces estamos siempre riéndonos o soy yo que estoy todavía en la edad del pavo…

Pues no sé que será, pero suelo pasar el 80% de mi tiempo gastando bromas, riéndome por tonterías, o intentando hacer reír a alguien. Tanto que luego cuando cuento algo en serio, nadie me cree.

El 10% restante estoy en silencio (tiempo suficiente) y el otro 10% preocupada o pensando en algo importante. Si, debe ser que pienso poco en cosas importantes…Pero creo que ya tendremos tiempo de preocuparnos y pensar en cosas importantes como lo hacen los mayores…

O mejor dicho, LOS PADRES. TODOS. 
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DIY Unaporuna

DIY Nuestro disfraz de Halloween BBB (bueno-bonito-barato)

El sábado por la noche, volviendo de cenar por ahí con amigos, @elhombremásguapodelmundo se acordó de decirme que el lunes necesitábamos un disfraz de Halloween para Carlos, así que aquí va nuestra improvisación de disfraz de domingo-con-todo-cerrado-y-amigos-a-comer-en-casa:

La primera vez no estaba muy convencido con eso de disfrazarse pero al día siguiente se levantó diciendo que quería ser un murciélago para que lo viera mamá (cuando se disfrazó yo estaba trabajando y no pude verlo)

 Mientras se vestía pensó que lo suyo era probar si las alas funcionaban…

 luego decidió que era mejor corretear con los pies en el suelo

descalzo, como los murciélagos de verdad, ¡por supuesto!

  

Hubo un momento en que lo convencí para que parase y abriese las alas:

 En estas fotos podéis apreciar mejor lo simple que es el disfraz; un par de leggings míos viejos, que estaban pidiendo a gritos que los jubilara,

 uno lo cortamos de largo y lo estrechamos un poco, para los pantalones del vampiro,

y el otro lo cortamos también de largo a la medida de los brazos y le hicimos un agujero donde se unen las costuras de las dos piernas, para meter por ahí la cabeza. A este ni siquiera hace falta meterle porque así le quedan más anchitas las mangas.
Por último, con 2 trozos de tela negra se le ponen las alas y… a volar!

 La careta de vampiro-no-muy-terrorífico la sacamos de aquí
 

 (aunque no le gustaba mucho puesta sobre la cara)

 

 No me preguntéis cómo pero logró convencerme de que los vampiros se
alimentan a base de taaarrtaa (chocolate para los humanos) y arroz
inflado:

 y por último, lo más divertido, ¡por lo visto los vampiros saltan en la cama!

 Así que ahí estuvimos el pequeño batman y yo, entretenidos media mañana con la excusa de enseñaros el disfraz 😉

Ea, pues si tenéis alguna fiesta el fin de semana y no tenéis disfraz, 
ya no hay excusa para hacerse uno en 20 minutos!

 
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#losmartesconCarlos; Seguiré siendo idealista… hasta donde el miedo me deje

 Pues sí, sere utópica. O una idealista. Y pienso seguir siéndolo mientras la vida me deje, y ojalá que después también, ojalá que aunque la vida se empeñe en no dejarme, aunque sólo sea por el paso del tiempo, tenga fuerzas para seguir siéndolo…

Y cada vez que en una conversación quieran acabar mis argumentos con «es que tu eres una idealista» (leáse vives en los mundos d yupi, no te has enterado de qué va la vida, ya estás tú con tus inventos,  o cualquier otra frase similar) no será una forma de anular mis argumentos sino de revalidarlos.

Y pienso seguir diciendo que mi ilusión es tener 6 hijos y dar la vuelta al mundo con ellos. Aunque al final me quede en 2 y lo más que llegue sea a pasar un fin de semana en París. De ilusiones también se vive, y por ellas y para ellas.
Y sí, para mí, tener 6 hijos es mucho más bonito, más enriquecedor, muuuy cansado, muy empobrecedor económicamente hablando y muchas más cosas, pero si es mi vocación pues intentaré seguirla hasta donde pueda.
Todo el mundo me decía que me esperara a tener uno para ver lo que era, que se me iban a pasar las ganas de tener hasta el segundo y ha sido más bien al revés. Y os aseguro que no me ha tocado el niño trampa, ese tan bueno que no te enteras de que lo has tenido…
Bueno y a lo que iba, seguiré siendo una idealista y más aún en la educación de mis hijos aunque desde ya, con 23 meses, siento que he claudicado en algunas cosas. Porque vivimos en sociedad, porque no soy la única responsable de este niño… -escribe aqui tu excusa–  porque me ha entrado miedo. 
Este verano, aunque una amiga piense que estoy obsesionada con los colegios, no es eso, es que 9 de cada 10 por no decir 10 de 10 personas con las que me he encontrado me han hecho las siguientes preguntas. En este orden:
– Qué edad tiene? Ah, está muy espabilado, no? 
– Va a la guarde? Noooo??? 
– Y este año tampoco??
– Y a qué cole lo vais a llevar?

Y ahi ya es donde…
O estamos entre x, x o y o si me quedaba un rato hablando con esa persona y para hablar de otra cosa hablo de eso, preparate.
«Pues por mí no lo llevaría al cole, no te digo nunca pero al menos hasta los 6 años fijo».

 Que no es que tenga nada en contra de los colegios, sólo que tampoco veo la necesidad (aclarando que por mis horarios de trabajo, a mí el cole no me resuelve nada)

Y luego no lo llevaría a un cole convencional, me gustaría para ellos esa educación alternativa, tan nombrada últimamente, sin tantos libros, tantas normas, tantos deberes, tanta competitividad… desde que tienen 3 años!
Y también  puedo escribir aquí mi excusa,  Pero claro, en Córdoba…
Y otra vez sería miedo. Porque sí hay cosas, hay iniciativas, intentos pequeñitos de gente que piensa igual.
Pero como dice @elhombremásguapodelmundo mi hijo no es un banco de pruebas.
Y sí, es cierto que:

El que no se arriesga no gana;
La vida es de los valientes;
Siempre tiene que haber una primera persona que haga algo;

Y asi miles de frases de libros de autoayuda, en las que creemos… hasta q nos toca cumplirlas.
Y aquí además no soy ya la que me arriesgo, aqui hago que se arriesgue un niño ¡de 20 meses! al tomar una decision por él. Como tantas otras que tomamos al cabo del dia, está claro.
Pero me entra el Miedo. Un miedo mucho más grande que si fuera yo la que me arriesgara, un miedo que no sé si soy capaz de asumir aún a pesar de tener que renunciar a alguna de esas utopías…
Porque al final, con mucho padres de los que hemos hablado, la charla ha sido muy similiar; empezamos nombrando los 2 o 3 colegios más o menos convencionales, más o menos comunes en nuestro círculo y los mismos argumentos de siempre para cada uno. Pero, ¿y cuando te sales? Y cuando dices que ninguno de esos te gusta porque no te gusta, yo que sé, esa manera de llevar a los niños con la lengua fuera, ese correr? Ese, como decía un amigo, meterlos a todos en la misma autopista, ponerles vallas opacas a los lados porque a los lados no hay nada y empezar a empujar?
¿Y cuando dices que eso no te gusta, que no crees que realmente sea lo mejor para ellos pero que tampoco crees que sea lo que la sociedad necesita?
Que hablamos que un cole nos gusta más porque saca mejores medias en selectividad, pero ¿eso es de verdad lo que busco para un hijo que es un bebé aún?

Y si mi hijo tiene un don (soy de las convencidas de que todo el mundo tenemos uno, que a todos hay algo que nos apasiona, se nos da bien y por lo que no nos importaría pasarnos muchas noches sin dormir) para pintar, para el dibujo, para la música, para los videojuegos, para los deportes, para cualquier cosa que no se mida en selectividad? ¿Entonces qué? ¿Tooodo el dia diciéndole que no a eso porque «hay que aprovechar el tiempo para estudiar»?


Y es que este padre tenía 3 hijos y resulta que los dones de los 3, ninguno eran de los que se potencian en el cole. Y que tiene que estar tooodo el dia diciendo deja de cuando ve que el niño disfruta, que se le da bien, que es algo positivo. Pero no, ponte mejor a hacer quebrados que hay que llegar al curso que viene preparado. Más preparado que los demás si se puede.

¿¿Y PARA QUE??
Después de estas reflexiones, ya se han dejado de barajar esos 3 coles más típicos y pasamos a la siguente frase:

Si, pero no hay colegios que sean así.

Los hay. Nos gustarán más o menos, los tendremos más o menos cerca, serán más caros-hippies-elitistas-diferentes o lo que sea, pero los hay.

Elimina la excusa de que no existen.

Deja de culpar la sociedad de que lo único que nos ofrece es lo otro.

Y por qué no lo llevas allí?
Pues porque SOY UNA MIEDICA.

 

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Wish List de Octubre…

Más que una Wish List podría llamarlo…Presents List! O lista de cosas que me he auto regalado, me voy a auto regalar o se las voy a regalar a alguien…En un futuro muy próximo! 🙂

1. 

Los calcetines de niños de moda. Ya están encargados para Carlitos, porque cuando estuve en Madrid la semana pasada estaban agotados. Son de la marca OH! My mum y es una firma japonesa.

2.

 
Cartera de mano color mostaza. Un must para esta temporada. El viernes lo recibí en casa y es más bonito aún al natural, que en a foto. Es de ZARA.
 
3.
 
Este collar de OMI TOUCH. Casualmente la chica que los hace vive dos pisos más arriba, así que en cuanto pueda solo tengo que coger el ascensor…y será mio 🙂
 
4.
Creo que el complemento que más me gusta son los anillos. Me chiflan y tengo un montón. Este finito en forma de espiral de OUI PETIT, es mi próximo fichaje.
 
5.
    

No suelo leer libros. Pero si el título me gusta y la portada es bonita siempre los compro, aunque sea para colocarlos en casa 🙂 Éste además de ponerlo en un lugar visible, es de lectura obligatoria!

Y vosotras…algún imprescindible para este Otoño?
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Ñam Ñam Unaporuna

Dos formas de hacer -y comer- MERMELADA DE CIRUELA

Ahora que aún es tiempo de recoger algunas frutas os vamos a contar un plan que nos encanta y que posiblemente repitamos este fin de semana si el tiempo (y Martín) lo permiten; se trata de salir a dar un paseo por el campo con nuestra cestita a recoger frutas, semillas, setas o cualquier cosa con la que luego podamos cocinar algo rico:

Esta mermelada la hicimos el año pasado con ciruelas que recogimos de casa de la abuela; tiene un ciruelo pequeñito pero no sabéis cómo cunde, en un ratito cogimos 2 bolsas llenas y antes de que se nos pusieran malas, como no nos daba tiempo a comernoslas todas, decidimos usar las más «pochas» para hacer mermelada,

La receta es bien fácil:
Lo primero es lavar bien la fruta y quitarle los huesos; luego la troceamos (nosotros preferimos no pelarla porque así tiene más fibra… y es más rápido 😉 y
ponemos en un cazo casi la misma cantidad de azúcar que de ciruelas
(700-1000g azúcar por cada kg de fruta) . Se puede rebajar un poquito el
peso de azúcar pero tampoco mucho porque si no sale demasiado líquida.

Nosotros
hicimos 2 mermeladas distintas, una para tostadas y «para regalar», más
espesita y dulce, y otra con bastante menos azúcar (la mitad de azúcar
que de fruta) que usamos para aliñar nuestra ensalada favorita y por eso
nos viene hasta mejor que la consistencia sea más líquida.

Le añadimos el zumo de medio limón y dejamos que se macere durante una hora aprox.
Después
ponemos a cocer a fuego medio durante unos 45 min, removiendo de vez en
cuando, y cuando veamos que tiene la consistencia que nos gusta,
retiramos del fuego y vertemos en los botes (mejor antes de que se
enfríe que luego es más difícil de manejar):

Por último nosotros le pusimos un poco de arpillera, una cintita de homemade y… lista para regalar ;)!

 

o para probar con nuestro pan de molde…


 

 O para comérsela a cucharadas y no dejar ni rastro!

Aunque reconozco que nosotros no somos tan dulceros como para eso…

 A ver qué recolectamos el domingo, ya os contaremos!