Ayer empezaba una semana intensa para nosotros que, si Dios quiere, acabará con Martín, al fin, fuera de la barrigota!
Para pasarlos allí, somewhere over the rainbow 😉
Os iremos contando cosillas por las RRSS y
Ayer empezaba una semana intensa para nosotros que, si Dios quiere, acabará con Martín, al fin, fuera de la barrigota!
Hoy pensando sobre qué hacer el post (tenemos pendiente algunos viajes, casas chulas, hoteteles originales y algunas recetas) @elhombremasguapodelmundo me pregunta,
– Receta, ¿de qué?
– De galletas
– ¿de esas marroncitas crujientes que hacéis últimamente?
– Sip
– Ese! con cara de estar relamiéndose
– Vale pero hacer el post de eso no hace que se materialicen y aparezca una bandeja recién hecha en la cocina, ¿eh?
– Bueno, por si acaso te entran ganas de practicar la receta luego 😉
Así que aquí va la receta, auqnue ya os adelanto que a las 1 de la madrugada que van a dar no me van a entrar ganas de encender el horno…
Es una receta que encontramos de casualidad aquí, buscando algo dulce para hacer pero que no llevase azúcar en exceso… o al menos que el resto de los ingredientes fuese «más o menos sano», ya que Carlos ha salido a papá y más a menudo de lo que me gustaría pide un «trocito de galleta, por favor».
El caso es que siempre nos pedís recetas saladas y acabamos poniendo
dulces… por una parte, nos gusta mas cocinar dulce (aunque nos guste
muchísimo más comer salado, qué raro, ¿no?), por otro, cocinar dulce es
más limpio y menos «pringoso» y por último, el salado lo hacemos y nos
lo comemos! No nos da tiempo a meterlo en una lata…
Los ingredientes originales son:
Aunque nosotros sustituimos el aceite de girasol por AOVE, y la harina la usamos siempre integral, que además las hace aún más crujientes!
Por un lado mezclamos el aceite, el azúcar, la miel, el huevo y la esencia de vainilla. Luego añadimos la harina mezclada con el bicarbonato y la sal, y batimos todo bien.
A nosotros nos suele quedar una masa bastante líquida, tanto que a veces tenemos que añadirle algo de harina para poder manejarla.
Con una cuchara vamos poniendo porciones en una bandeja forrada de papel de horno (hay que dejar bastante separación porque se pujan mucho en el horno). Según el tamaño de galletas que queramos ponemos más o menos masa para cada una; no sé porqué pero siempre nos salen más grandes de lo que habíamos calculado!
Por último espolvoreamos con el azúcar que más nos guste y horneamos unos 10 min a 180º. Los tiempos de horneado siempre son muy orientativos, os recomiendo vigilarlas cada poco tiempo y sacarlas cuando estén a vuestro gusto, que puede ir desde dejarlas menos para que queden blanditas o apurar un poco más, hasta que se agrieten un poco por arriba y queden crujientes (aunque al salir del horno parezcan blandas, al enfriarse se marca más el craquelado y se vuelven crujientes)
Por cierto, ¿podríais ayudarnos un poco y decirnos si os gustan más los viajes, las recetas o la decoración, para días en los que cuesta encontrar el tema??
Como siempre, mil gracias por seguir ahí!
El otro día le escribía a mi hermana el orden de prioridades de los próximos…10 meses!
Sí, planificamos a 10 meses vista…y es que nos esperan un montón de proyectos de los que nos gustan 😉
Empezamos con el primero…
El año pasado lo que más le gustaba eran los globos, así que tuvimos clara la temática,
Podéis ver el resultado del año pasado aquí aquí y aquí.
Este año empezamos a pensarlo mientras lo veíamos jugar… en ese momento le encantaba el cuento de Blancanieves, y pensamos hacer un cumpleaños de los 7 enanitos: también le gustaba hacer torres y castillos, comer taaaarta, jugar con plasti y un sinfín de cosas más; pero sin duda, si con algo se volvía y se sigue volviendo loco es con las herramientas!
Y el caso es que la fecha se acerca y los acontecimientos se acumulan, así que, por si acaso Martín nos deja, hemos estado recopilando ideas para…
Todas las imágenes son de Pinterest y podéis ver la fuentes aquí |
De momento tenemos claro los colores que queremos usar… y que habrá tarta de chocolate!
Muchos de vosotros sabéis que vivimos en una casa un poco especial, una casa portátil hecha con contenedores marítimos reciclados que os enseñamos aquí y aquí. La verdad es que muchos nos habéis preguntado por el proceso de construcción y es algo que tenemos pendiente enseñaros, ya que fuimos haciendo fotos desde el día que compramos los contenedores hasta que finalmente los sembramos en lo que hoy es nuestro jardín.
El caso es que siempre que alguno de nuestros amigos ve una casa de este tipo se acuerda de nosotros y nos manda las fotos…
Aquí podéis ver una de ellas, una casa hecha con 4 contenedores muy bien aprovechados!
Igual que en nuestro caso, el primer paso es comprar los contenedores,
e ir haciéndoles los huecos necesarios para puertas, ventanas y comunicaciones interiores.
Luego se monta la estructura,
Y cuando, como en este caso, se recubren, ya ni te imaginas que son contenedores!
Por dentro también nos ha gustado bastante,
la luz, las vistas, el que hayan dejado algunos trozos de chapa a la vista,
¡la pared de ladrillos!
esa mezcla de muebles de diseño con maderas rústicas,
y por supuesto la amplia habitación de la parte de arriba, con su bañera exenta ;)!
Aquí tenéis los planos por si queréis haceros una idea algo más clara de lo cómodo que puede ser vivir en un contenedor, jeje.
Fotos vía Collections Dubreuil |