¿Os acordáis de que éste iba a ser el año de las cosas sencillas? Con la historia del simplifica mi verano va a ser, si Dios quiere, básicamente esto:
Nada de manualidades, ni propósitos de esos de «ordenar fotos de los viajes», como mucho el de leer, que más que un propósito es mi estado natural 😉 eso sí que es volver a los orígenes de verdad.
Quiero hacer cosillas con Carlos, eso sí, fotos, y video, muuchos videos. Definitivamente éste va a ser el verano de los videos.
Además de eso, mi casa necesita un repasito de esos que se deben dar cada 6 meses y nosotros alargamos a 3 años… Creo que ha llegado la hora de limpiar esos rincones.
¡Nada de blog o rrss! Perder el tiempo en IG sí está permitido, y borrar todas las malditas fotos del maldito móvil que no me deja hacer nada, grrr.
Y los tiempos libres si los hay, para dormir. No confío demasiado en que los haya.
Me gustaria también algún viajecito pero este año se nos han complicado las fechas, vamos, que se casa mi hermana y me parece mucho mejor plan estar por aquí disfrutando de todos los preparativos; ¿cuándo vamos a volver a tener un plan así de divertido?!
Para empezar, mañana es Día de mermeladas, y habrá otros de pintar piedras con estos rotuladores, o de meter spaguettis en pajitas, de contar -prefiero no pensar cuántos- cuentos.
De ensuciarse mucho.
De reirnos.
De aprovechar al máximo este mes laaaargo que nos queda de #mañanaslentas