Como ya os contamos el viernes, este fin de semana teníamos boda. En la boda muchas de las invitadas (e invitados, para nuestra sorpresa) se acercaron a hablar con nosotras sobre el blog, sobre los post que más les gustan, y para pedirnos que sigamos actualizando a diario (algo que yo de vez en cuando me planteo y que a veces, no os voy a engañar, me cuesta mucho). También me hizo gracia cómo algunas de vosotras, nos decíais que sabíais perfectamente cuándo escribía mi hermana o cuándo lo hacía yo. Por los temas, la forma de escribir y la calidad de las fotos, principalmente. (Minipunto y punto para mi hermana, que es la que se esfuerza por hacer buenas fotos mucho más que yo y eso, se nota).
Y lo mejor de todo fue cuando me preguntaban como hacíamos para «hacerlo todo bonito». Esa fue una frase que me marcó. Es la misma frase que yo le pregunto a mis bloggeras favoritas por e-mail, en algún evento o taller cuando las veo. Y la respuesta es la misma. Lo que no es bonito, no lo veis.
Es verdad que este blog no es sólo de cosas bonitas y creo que eso ha gustado a la gran mayoría de vosotros, porque es un blog de la vida y la vida, a veces es un poco más complicada de lo que nos gustaría.
Pero sí que intentamos enseñaros las cosas que nos gustan y hacer cosas para enseñaros. Y desde que tenemos el blog, hacer un bizcocho o unas galletas, requiere el doble o el triple de tiempo, requiere a veces repetirlo (mis compañeras de piso se alegran, mi operación bikini no) varias veces hasta que salga bien. Y otras veces no puedes ni enseñarlo. Es el caso de las galletas de hoy. Los primeros pasos son fáciles. Preparas los ingredientes, luz, fondo blanco, cámara y cero prisas. Como vayas rápido, olvídate.
Botecitos de cristal para que se vea más bonito (en vez de usar un bol grande de plástico y fucsia perfecto que tengo para batirlo todo), instrumentos de madera, también ideales para conseguir la foto perfecta (dónde quedaron las espátulas de silicona) y así un largo etc. de cosas. Muy bien, ya lo tienes todo preparado, haces las fotos (aproximadamente 30 fotos de cada escenario, luego ya elegirás las mejores). Pues bien, para empezar estas primeras fotos han desaparecido de la cámara. No sé si en el momento «bautizo-no hay espacio para fotos-hay que borrar» o por arte de magia. El caso, no las tengo.
Y luego viene la segunda parte, las galletas. En el horno ya empecé a ver que aquello podía terminar en bizcocho o en bandeja de masa rica y comestible recién salida del horno,
Porque empezaron a pujarse y se unieron unas con otras. Primera tanda, muy buena, cero fotos.
Segunda tanda, esta vez no se han pujado, eso sí, cada una tiene un tamaño y una forma diferente,
Vamos, que tampoco eran para enseñarlas mucho.
Hacemos más masa, y de nuevo al horno. Tercer intento. Galletas quemadas. Achicharradas diría yo.
Ya puedes poner un paño rojo de cuadros, que la galleta está quemada…
Por último, con la poca masa que queda, decido hacer una grande, sólo una, pero seguro que sale bonita, y no quito la mirada del horno para que no se queme. Et… voilá:
Casi parece una Cookie del Starbucks 😉
Que comparada con ésta, no hay mucho más que decir:
Y ésa es la gran realidad que hay detrás de todos o casi todos (seguro que hay muchas que consiguen todo a la primera, pero desde luego nuestro caso no es) los blogs. Muchas pruebas, muchos intentos, mucha paciencia y sobre todo, dedicarle mucho tiempo. Así que aquí no hay varitas mágicas ni manos perfectas, sólo hay 2 hermanas a las que les gusta esforzarse cada día.
Ah! Luego está también el maravilloso mundo móvil e IG en el que haces un collage así medio qué, le pones un filtro chulo, unos hashtags como #cookies #friends #perfectweekend #picnic #love #picoftheday #nofilters y unos cuántos más y oye, parece que te has montado un plan perfecto en 10 minutos :)!
Y en realidad, fue un plan perfecto a pesar de que no salieran bonitas; las galletas feas están igual de buenas (las quemadas no :(!) y el post sirve de excusa para una tarde distinta.
Como veis aquí están las fotos malas también, pero poniendo la mejor en tamaño grande, disimula el resto 😉
Gracias a todas/os los que os acercásteis a darnos la enhorabuena por el blog y sobre todo gracias por estar siempre al otro lado!