Aunque mucha gente relaciona los fantasmas con la noche de Halloween, lo cierto es que esta receta va a gustaros cualquier día del año 😉
En la receta original los fantasmitas van sobre estas cookies pero nosotros teníamos en casa unos gofres que nos había traído mi hermana de Bélgica y que el enano busca la mínima ocasión para volver a probar,
así que al final acabamos haciendo nuestra propia versión de gofres con chocolate y nata fantasmal:
mucho más rápida que la original, nos limitamos a coger un bote de nata montada para hacer los fantasmas,
y, eso sí, un poco de chocolate derretido con el que, con la ayuda de un palillo de dientes, hicimos las gotitas para los ojos y la boca de susto:
No es exactamente el tipo de recetas sanas que intentamos hacer juntos peeeero… Un día es un día ;)!