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Ñam Ñam Unaporuna

al fin, nuestro PAN DE MOLDE

¿Os acordáis del pan del que os hablamos aquí y que hizo que un amigo nos preguntara si éramos amish, por hacer nuestro propio pan, jajaja!? Al final lo hicimos otro día, bueno, otros días porque hemos hecho 3 recetas distintas hasta conseguir justo lo que buscábamos…

 Y aquí está la definitiva:

Es del libro Pan Casero, de Ibán Yarza (vía The sweetest Taste) y éstos son los ingredientes:

Para el prefermento
  • 100 gramos de harina
  • 60 ml de agua
  • 1,5 gramos de levadura de panadero
Para la masa

  • 300 gramos de harina
  • 85 gramos de agua
  • 85 gramos de leche
  • 30 gramos de mantequilla
  • 15 gramos de azúcar
  • 6 gramos de sal
  • 6 gramos de levadura de panadero
La noche anterior haremos el prefermento, mezclando la harina, el agua y
la levadura en un bol y amasaremos durante unos 5 minutos hasta tener
una bola homogénea. Dejaremos fermentar entre 30 minutos y una hora en
un bol cubierto con film transparente. Guardaremos esta masa en el
frigorífico hasta el día siguiente.


Para preparar la masa mezclamos todos los ingredientes, junto con el
prefermento, en un bol hasta que tengamos una masa completamente
homogénea, entonces la dejaremos reposar durante 10 minutos tapada con
un trapo. Pasado ese tiempo amasaremos durante 10 minutos, plegándola y
haciéndola rodar sobre la mesa de trabajo. La masa será un pelín
pegajosa al principio pero dejará de pegarse pasados unos minutos. Tras
amasar durante 10 minutos la masa será lisa y satinada.

 Dejamos fermentar la masa en un bol tapado con un paño durante 1 hora y
media o 2, o hasta que haya doblado su volumen. A continuación pondremos
la masa en la mesa de trabajo y la desgasaremos. Una vez desgasada, le
daremos forma cilíndrica a la masa y la pondremos en el molde
ligeramente enharinado y volveremos dejar fermentar durante 1 hora y
media o 2. Pincelamos el pan con un poco de leche o espolvoreamos con
harina.





Horneamos el pan durante 35 minutos a 220ºC.

Tiene buena pinta, ¿eh?. Nosotras lo cortamos a rebanadas e hicimos sándwiches para la merienda a la que invitamos a algunos amigos,

Mantequilla y jamón york; tomate, aceite y jamón; y philadephia, nueces y mermelada de tomate; ¡volaron! Por eso supongo que estaban buenos, porque a mí no me dió tiempo a probarlos…

Menos mal que me había guardado las rebanadas de las esquinas y pude hacerme una tostada al día siguiente 😉

 Un poco de mantequilla de Soria,

mermelada y…

¡Ñam Ñam!
Lo único que no puedo deciros es si se conserva mucho tiempo; si lo hacéis y sois capaces de no acabarlo el primer día, nos decís que tal aguanta 😉

¿A quién le están entrando ganas de desayunar?