Ayer no hubo post. Cuando nos llamamos para ver sobre qué lo haríamos las manualidades y los viajes pasaron a un segundo plano; como todo el país y parte del planeta, sólo un tema nos rondaba la cabeza…
Hasta en el chat familiar que normalmente usamos para comunicaciones religiosas, fotos de Carlos y planes varios saltaba el debate. Llegamos a escribir aquí nuestras conclusiones pero algo nos decía que no era necesario publicarlas. Que opinar desde fuera sobre enfermedad, errores humanos, responsabilidades, muertos… No es fácil. O no debería ser tan fácil como lo está siendo.