Hacía mucho tiempo que no hablábamos de viajes y mira que nos gustan! Dejamos el de República dominicana a la mitad, lo sé, pero miro por la ventana y el cielo no me deja ponerme a pensar en protector solar y playas turquesas justo hoy, así que vamos a proponeros algo mas invernal (los reyes este año nos han traido viajes por partida triple asi que en breve esperamos tener sitios nuevos que enseñaros :)!
Candelario,
un pueblo chacinero que conserva casi toda la arquitectura original relacionada con la que, durante muchos años, ha sido su principal fuente de riqueza; los embutidos,
Muchas siguen conservando las batipuertas, que servían para que los animales no se comieran la carne que el matarife iba depositando en el umbral, a la vez que de burladeros para los bueyes,
Y quizás lo más característico de este pueblo sea que está todo surcado por las regaderas, una especie de pequeños canales que sirven para el riego de las huertas cercanas y tuvieron la utilidad de arrastrar los despojos y la sangre de los animales en época de matanza. El agua viene de algunos manantiales y del deshielo de la sierra así que está bien fresquita, mas vale no meter un pie sin querer…
Sus paredes de piedra,
Una de las pocas Posadas Reales (Marca de Excelencia de la Junta de Castilla y Leon) de la provincia de Salamanca, que data del S. XVIII,
La Casa de la Sal fue una de las antiguas casas-fábrica de embutidos rehabilitada por sus actuales dueños que quisieron conservar su carácter dándole un toque decorativo que le ha merecido el sobrenombre de la choricería fina.
Un lugar con personalidad, donde el arte, la serenidad y la paz se hacen realidad nada mas entrar.
Disfrutar un buen desayuno casero
Alfombras de hojas secas,
Riachuelos,
Puentes de piedra,
Miradores,
Lugares desde los que simplemente disfrutar del paisaje de la sierra de Béjar,