Aunque el fin de semana parezca ya lejano, os contamos que una
parte de 1x1 se iba esta semana de pedaleo por ahí, y aquí os
traemos una muestra de nuestro día por Madrid, muy completito!
Desayuno en Torres Blancas ( mejor que cualquier hotel!)
Desde allí, paseo hasta el Barrio Salamanca con parada a
comprar té en Vailima. Si no hubiésemos desayunado tanto, habría
caído también una napolitana de choco ;)
Mañana de escaparates (que no de tiendas, intentamos que sea
escapada low cost) y comida en buena compañía en Maricastaña, en
la renovada zona de Triball; teníamos ganas de conocerlo y la
verdad es que no defrauda. Su mezcla de estilos, la mesa comunal,
el trato y la hamburguesa de pollo a la brasa con mayonesa de
trufa nos ganaron el corazón (y el estómago).
Si queréis más recomendaciones, croquetas de calabaza y jamón,
tarte flambée negra y, ¡por supuesto! coulant de chocolate; nos
encantaron ( si soléis leer nuestras recomendaciones, pronto
descubriréis que todo lo que nos gusta probar y experimentar con
sabores sorprendentes en lo salado se nos olvida a la hora de
pedir el postre. Cuando el camarero pronuncia la palabra mágica
"chocolate", no es necesario seguir con la enumeración...)
Paseíto bajo la nieve, sí, bajo la nieve que cayó ayer en Madrid,
para bajar la comida, y café en La Central de Callao, uno de los
sitios donde más nos costó mantener nuestro propósito de ahorro...
montañas de libros, agendas, libretas, material para manualidades y
hasta un futbolín. ¡Como para no querer quedarse toda la tarde!
Vaaale, allí si fuimos débiles y compramos alguna cosa, pero eso
es cultura, ¿no? ;)!
El resto de la tarde fue un paseo largo, disfrutando de los
puestecillos de flores en medio de la calle, y otras
curiosidades...
Y para terminar el día, cena "de colegiales" con estupendos
anfitriones,
Gracias AL&M!
Categoría: Unaporuna
Fotografía Still life
Buenos días!
Pues sí, en eso andamos; intentando mejorar un poquito las fotos que os colgamos, a la vez que empezamos este blog nos apuntamos al curso de Fotografía Culinaria y Still life The School, de Luisa Morón.
Nos gusta, sobre todo, la luz que tienen todas sus fotos, que nos transmiten una increíble sensación de paz,
el cuidado que pone en los detalles,
las cosas bonitas que fotografía, o la capacidad de hacer bonitas las cosas más comunes,
y por supuesto, los bebés!
Total, que nos pareció buena idea aprender un poco de ella y ahí vamos, con la casa empantanada, la tarjeta de la cámara completa y muuuchas fotos para guardarlas directamente en la papelera!!
Todas las fotos de arriba son de ella, se nota, ¿no? Ahora os ponemos alguna de las nuestras para que veáis la diferencia… pero con todos los consejos que nos ha dado, ¡iremos mejorando!
Por último, os dejamos el ejercicio más divertido de todos;
splash,
splash,
¡¡SPLASH!!
Que empecéis bien la semana!
viernes=INSPIRACIóN
No sólo las palabras inspiran y como esta semana de eso ya hemos tenido mucho, hoy os traemos imágenes.
Después de toda las ayudas en el pedaleo que nos habéis prometido, hemos decidido repasar la bici e inflar las ruedas; le hemos sacado brillo y nos vamos una semanita por ahí de entrenamiento suave, ¡a coger ritmo!
Os iremos contando la ruta… ¿venís?
Nuestro reto con los macarons o más bien el «RETO DE LA ABUELA»:
Llevábamos tiempo queriendo probar la receta de los macarons, esos dulces parisinos que se han puesto tan de moda y que además están TREMENDOS!
Habíamos leído que eran complicados de hacer y que se necesita mucha paciencia, así que pensamos en la 2ª persona más hacendosa del mundo mundial (después de nuestra madre), LA ABUELA.
No queríamos llamarla como otras veces de hoy para mañana y como siempre decirle: ¿Quién es la mejor Abuela del mundo? ¿Nos puedes hacer un brazo de gitano con mucho chocolate para mañana porfaaa? (Y claro, ella que es tan «apañá» lo hacía sin protestar). Esta vez queríamos proponérselo de una forma diferente. Le escribimos una carta que todavía tiene en su mesita, que decía lo siguiente:
Imagen: Aqui
TENEMOS UN RETO PARA TI.
Querida Abuela, ¿desde cuándo no recibes una carta que no sea para pagar un recibo? ¿O del banco recordándote una vez más que estás en números rojos?? No, esta carta no tiene nada que ver con eso. Esta carta es para decirte…
Aquí vienen varios folios diciéndole lo maravillosa que es, lo bien que cocina y lo que la quieren sus nietas, y ahora que ya está emocionada, le proponemos una receta que le va a encantar! En el sobre además de la carta le mandamos muchas fotos de los macarons, y diferentes recetas para que ella eligiera una.
Abuela, bienvenida al S.XXI donde cambiamos las magdalenas por los cupcakes, el bizcocho de limón por el de red velvet y los pastelitos de toda la vida, por los MACARONS. Estamos impacientes con el resultado. Ánimo! Un beso fuerte, tus nietas preferidas 🙂
Pero, cuál fue nuestra sorpresa cuando, después de 1.347 intentos…
PRUEBA NO SUPERADA! Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Lo más parecido que consiguió fue algo así como «galletitas de almendras desestructuradas» (suena hasta bien ;), pero eran unas cosas apachurradas con el colorante verdoso-se suponía que tenía que ser azul- concentrado en algunas zonas…
Gracias Abuela, te queremos mucho pero te estás haciendo mayor. (No creáis que somos crueles con ella, es que es la primera vez que algo no le sale perfecto -según ella- y hay que darle un poquito de caña!)
Así que decidimos demostrarle de lo que éramos capaces nosotras.
Los ingredientes:
- 450 gr. azúcar glas
- 280 gr. almendras molidas
- 4 claras de huevo
- mantequilla
- 6 gotas de colorante rosa
- 6 gotas de colorante amarillo
- 6 gotas de colorante azul
Modo de hacerlo:
Primero tamizamos el azúcar glas con las almendras molidas.
A continuación montamos las clara de huevo a punto de nieve;
Si los queremos de colores, añadimos colorantes antes de mezclar con el azúcar glas y las almendras;
Mezclamos todo y añadimos la mantequilla. Precalentamos el horno a 250º. Ponemos una hoja de papel de hornear sobre la bandeja y vamos haciendo pequeños círculos con la manga pastelera.
Bajamos el horno a 180º y los dejamos cocer entre 10 y 12 minutos. Después los rellenamos y…LISTOS PARA COMER!
Los hicimos de varios colores…
Y no podían faltar…los de chocolate! Éstos los hicimos añadiendo cacao en polvo a las claras a punto de nieve;
Reto conseguido! Abuela orgullosa de sus nietas. Postre Perfecto 🙂
Sí, pensamos que la vida es como montar en bici; unos tardan más que
otros en aprender, en adaptarse a ir sin patines, pero una vez que
aprendes, le coges el truco y puedes disfrutar del camino.
A unos les tocan bicicletas más bonitas o más cómodas mientras otros
tienen que "apañarse" con bicis menos buenas,ruedas que se pinchan
mucho o incluso frenos gastadillos. Tambén hay distintos caminos,
unos se pueden elegir y otros no. Lo que sí depende de nosotros es
la fuerza con que pedaleamos.
A ratos el camino es tan llano que casi se te olvida que vas en
bicicleta, porque no cuesta trabajo avanzar y te dedicas sólo a
disfrutar del airecillo en la cara. Pero puede ser que, justo cuando
más confiado estés, ¡PUM! encuentres un bache y te caigas.
Puede ser de repente, sin avisar, o puedes ir viendo cómo el camino
se hace cada vez más difícil.
Distintas caídas, distinta gravedad. Distinto susto en función de lo
confiado que fueses, pero la solución es siempre la misma; hay que
levantarse, agarrar la bicicleta y volver a pedalear.
Puedes descansar un poco después de la caída. Dejar que te ayuden a
levantarte, por supuesto. Pero seguramente mientras más tiempo pase
antes de que vuelvas a subirte, más miedo le cogerás. Y en la cuneta
no te vas a quedar para siempre, ¿no?
Lo malo es que ya te has dado cuenta de lo que duele caerse.
Y encima con las heridas, es más difícil pedalear.
Hay partes del camino cómodas, anchas, bien señalizadas, sabes a
dónde vas y puedes correr todo lo que te permitan las piernas.
Pero hay otras zonas más difíciles, incluso de funambulista. Vas por
encima de un cable, intentando mantener el equilibrio, con miedo por
lo que hay o mejor dicho, por lo que no hay a los lados. Pero no
puedes parar. No puedes ir demasiado despacio, te caes seguro. Así
que pedalea. Tampoco aceleres mucho, puede ser peligroso. Pero
pedalea. Pedalea sin mirar atrás, ¡eso sí que es peligroso!, por el
cambio de paisajes sabrás que estás avanzando. Y por último, procura
no mirar más allá del cable, concentrarte en él, en aguantar sobre
él un tramo más, ya queda menos.
Nosotros ahora vamos por un camino estrecho.
Pedalea.
Pedalea. Un día este tramo se acabará, no sabemos cuándo, ni cómo
será el siguiente, si se irá ensanchando poco a poco o si de repente
desembocaremos en una autovía, ojalá!
Sólo sabemos que queda menos que hace unos meses, porque hemos visto
pasar los precipicios. Nadie nos avisó cuando se acababa la autovía
y nos caímos, claro.
Entre todos nos ayudasteis a subir la bici y parece que seguimos
encima, menos mal.
Pedalea, pedalea. Pedalea
Se hace duro pensar que nunca volveremos a esa misma autovía.
Volveremos a carreteras, puede que incluso a autovías, sí, pero no
a ésa.
Menos mal que tenemos grabado en la memoria el paisaje, cada olor,
cada curva. Sobre todo el último tramo, el más ancho.
Ahora nos gusta pensar que si nos han mandado por otro camino que no
era el que elegimos será para algo. Y que será ALGO BUENO.
foto {1x1}
P.D. Yo no me había caído antes. 29 años son muchos para no caerse,
pero se agradecen ;)
cabecitas, cabezotas…CABECEROS
Últimamente estamos como locas con un proyecto que nos hace muchísima ilusión y que os contaremos más adelante. Como parece que nos ha tocado hacer un máster en decoración en menos de 2 meses (Yes, we can) y aprovechando que a raíz de nuestro post de los palés, varios de vosotros nos habéis preguntado por ideas para hacer un cabecero original para vuestras camitas, hoy os traemos algunos de los que más nos gustan:
…porque el amor está en todas partes…
Con mallorquinas o puertas viejas;
Fotos y más fotos…y aquí tenemos un montón de posibilidades diferentes! Desde pequeñas fotos enmarcadas, hasta fotos grandes en blanco y negro o una única, dándole protagonismo. Ésta con clipboards nos ha parecido muy original;
Otra idea es pintar la pared; media pared o la pared entera, a rayas o lisa y se pueden colocar los recuerdos que más nos gusten! Como esta foto tan divertida con el bolso y el sombrero de verano!
Y por supuesto, mucha madera, si es reciclada, mejor!
Por último, os dejamos nuestros preferidos. Uno es tan simple como aprovechar una pared de ladrillo (sí, nos apasionan los ladrillos, pero eso ya será otra historia)
Y los otros nos los ha enviado una seguidora que definitivamente es una artista:
Hechos con mucho cariño, como a nosotras nos gusta; ¿quien no tendría bonitos sueños si se acuesta recordando que «nunca le han faltado a nuestro amor para estar vivo, razones»?
Cielo de invierno
Buenos días!!
Empezamos la semana con una recomendación por si aún estáis a tiempo; un hotel, un lago, un fin de semana de invierno, un seminario:
CIELO DE INVIERNO
El año pasado por estas fechas hicimos una escapadita de esas que tanto nos gustan al primer hotel con denominación agro-chic® y uno de los 10 hoteles más ecológicos del mundo según la revista GEO;
El Hotelito, en Navaluenga (Ávila), el sueño de Cándido (español) y Christina (danesa), que se vuelcan en hacerte sentir como en casa en cada una de sus 12 habitaciones.
Tanto la construcción como la decoración del hotel, a base de cuero, madera y hormigón pulido consigue un ambiente acogedor y respetuoso con el medio ambiente, rústico con un toque de sobriedad nórdica.
Gracias a su situación estratégica, puedes disfrutar de diversas actividades como golf, senderismo, pesca, bicicleta, etc. Nosotros dedicamos una mañana a conocer la sierra de Gredos a caballo y nos enamoramos de los paisajes, y del río Alberche.
Además, El Hotelito organiza estancias temáticas sobre temas tan variados como la fotografía, las setas, los bonsáis, el champán, el coaching con caballos, la cocina o, el que nosotros hicimos: Cielo de invierno, un programa de iniciación a la astronomía en el que, de la mano de Josep Marcús, astrónomo, y Miguél Angel Ríos, astrofotógrafo, pudimos contemplar Júpiter, Marte y Saturno, y en el cielo profundo Andrómeda, las Pléyades, Orión e incluso el Cúmulo de Hércules, visible en el Este justo antes de la salida del sol.
Aunque suene muy experto, todo eso lo aprendimos una tarde alrededor de una gran mesa de madera que juntó a un grupillo de gente tan diversa que aún nos preguntamos cómo llegamos a compartir una larga sobremesa y gran parte de la noche. Porque el curso no consiste sólo en la conferencia y observación del cielo, sino que se amplía a una rica cena preparada por Christina y luego, a la tertulia en la biblioteca, chimenea y caldito caliente.
Charla, mezcla de personajes de la que surgen temas inimaginables, tertulia que se alarga hasta que salgan las siguientes estrellas, fuego en el exterior y vino caliente nórdico, que en febrero en Ávila hay menos de 35 grados…
Y además de todo eso, vimos una gran cantidad de estrellas, con lo que nos hacen reír las estrellas últimamente!
Si a vosotros también os ha apetecido aprender un poco más sobre ellas, aprovechad que este fin de semana se repite el curso…