Aunque el fin de semana parezca ya lejano, os contamos que una
parte de 1x1 se iba esta semana de pedaleo por ahí, y aquí os
traemos una muestra de nuestro día por Madrid, muy completito!
Desayuno en Torres Blancas ( mejor que cualquier hotel!)
Desde allí, paseo hasta el Barrio Salamanca con parada a
comprar té en Vailima. Si no hubiésemos desayunado tanto, habría
caído también una napolitana de choco ;)
Mañana de escaparates (que no de tiendas, intentamos que sea
escapada low cost) y comida en buena compañía en Maricastaña, en
la renovada zona de Triball; teníamos ganas de conocerlo y la
verdad es que no defrauda. Su mezcla de estilos, la mesa comunal,
el trato y la hamburguesa de pollo a la brasa con mayonesa de
trufa nos ganaron el corazón (y el estómago).
Si queréis más recomendaciones, croquetas de calabaza y jamón,
tarte flambée negra y, ¡por supuesto! coulant de chocolate; nos
encantaron ( si soléis leer nuestras recomendaciones, pronto
descubriréis que todo lo que nos gusta probar y experimentar con
sabores sorprendentes en lo salado se nos olvida a la hora de
pedir el postre. Cuando el camarero pronuncia la palabra mágica
"chocolate", no es necesario seguir con la enumeración...)
Paseíto bajo la nieve, sí, bajo la nieve que cayó ayer en Madrid,
para bajar la comida, y café en La Central de Callao, uno de los
sitios donde más nos costó mantener nuestro propósito de ahorro...
montañas de libros, agendas, libretas, material para manualidades y
hasta un futbolín. ¡Como para no querer quedarse toda la tarde!
Vaaale, allí si fuimos débiles y compramos alguna cosa, pero eso
es cultura, ¿no? ;)!
El resto de la tarde fue un paseo largo, disfrutando de los
puestecillos de flores en medio de la calle, y otras
curiosidades...
Y para terminar el día, cena "de colegiales" con estupendos
anfitriones,
Gracias AL&M!
Categoría: Para perderse
Cielo de invierno
Buenos días!!
Empezamos la semana con una recomendación por si aún estáis a tiempo; un hotel, un lago, un fin de semana de invierno, un seminario:
CIELO DE INVIERNO
El año pasado por estas fechas hicimos una escapadita de esas que tanto nos gustan al primer hotel con denominación agro-chic® y uno de los 10 hoteles más ecológicos del mundo según la revista GEO;
El Hotelito, en Navaluenga (Ávila), el sueño de Cándido (español) y Christina (danesa), que se vuelcan en hacerte sentir como en casa en cada una de sus 12 habitaciones.
Tanto la construcción como la decoración del hotel, a base de cuero, madera y hormigón pulido consigue un ambiente acogedor y respetuoso con el medio ambiente, rústico con un toque de sobriedad nórdica.
Gracias a su situación estratégica, puedes disfrutar de diversas actividades como golf, senderismo, pesca, bicicleta, etc. Nosotros dedicamos una mañana a conocer la sierra de Gredos a caballo y nos enamoramos de los paisajes, y del río Alberche.
Además, El Hotelito organiza estancias temáticas sobre temas tan variados como la fotografía, las setas, los bonsáis, el champán, el coaching con caballos, la cocina o, el que nosotros hicimos: Cielo de invierno, un programa de iniciación a la astronomía en el que, de la mano de Josep Marcús, astrónomo, y Miguél Angel Ríos, astrofotógrafo, pudimos contemplar Júpiter, Marte y Saturno, y en el cielo profundo Andrómeda, las Pléyades, Orión e incluso el Cúmulo de Hércules, visible en el Este justo antes de la salida del sol.
Aunque suene muy experto, todo eso lo aprendimos una tarde alrededor de una gran mesa de madera que juntó a un grupillo de gente tan diversa que aún nos preguntamos cómo llegamos a compartir una larga sobremesa y gran parte de la noche. Porque el curso no consiste sólo en la conferencia y observación del cielo, sino que se amplía a una rica cena preparada por Christina y luego, a la tertulia en la biblioteca, chimenea y caldito caliente.
Charla, mezcla de personajes de la que surgen temas inimaginables, tertulia que se alarga hasta que salgan las siguientes estrellas, fuego en el exterior y vino caliente nórdico, que en febrero en Ávila hay menos de 35 grados…
Y además de todo eso, vimos una gran cantidad de estrellas, con lo que nos hacen reír las estrellas últimamente!
Si a vosotros también os ha apetecido aprender un poco más sobre ellas, aprovechad que este fin de semana se repite el curso…
Hola de nuevo! Ya estamos a jueves y para celebrarlo, hoy inaguramos nuestro bloque de «recomendaciones» con un hotel muy especial, Hotel Viura.
Ahora que aprieta el frío, qué mejor plan que un pueblecito, un hotel con encanto y una botella de vino que compartir?
El año pasado aprovechamos un puente de invierno para ir a conocer La Rioja alavesa, un lugar que reunía dos grandes incentivos para nosotros; un hotel original y buen vino 😉
Llegamos a Villabuena de Álava por la noche, pero nada más fácil que encontrar un racimo de uva Viura, la cepa blanca por excelencia del viñedo riojano, en el centro del pueblo
¡Nos encanta ese equilibrio entre la Iglesia y casas de piedra y los materiales modernos del hotel!
Como era tarde, nada mejor que una buena hamburguesa en la barra del hotel, al calor de la chimenea,
y conocer algo más del hotel;
los pasillos de las habitaciones están pintados de pizarra y los números, escritos con tiza.
Cuando vamos a un hotel nos gusta encontrar cosas que en casa quizás no resultarían tan cómodas para el día a día, como este baño incluido en la habitación, pero que en vacaciones sí se pueden disfrutar…
Y para continuar disfrutando, los días siguientes los dedicamos a conocer la zona en las bicis que el hotel tiene a disposición de los huéspedes, los pueblecitos, las bodegas tan originales que hay por allí, tantas que las dejamos para otro post y, por supuesto, a probar los vinos!
Así amaneció el último día…
¿Qué os parece el plan?
Imágenes Hotel Viura
{Aprovechamos para deciros que todas las cosas que os recomendemos aquí será porque las hemos probado/visitado y nos han encantado; es cuestión de gustos y para nada pretendemos hacer publicidad de ningún sitio}