Sí, pensamos que la vida es como montar en bici; unos tardan más que
otros en aprender, en adaptarse a ir sin patines, pero una vez que
aprendes, le coges el truco y puedes disfrutar del camino.
A unos les tocan bicicletas más bonitas o más cómodas mientras otros
tienen que "apañarse" con bicis menos buenas,ruedas que se pinchan
mucho o incluso frenos gastadillos. Tambén hay distintos caminos,
unos se pueden elegir y otros no. Lo que sí depende de nosotros es
la fuerza con que pedaleamos.
A ratos el camino es tan llano que casi se te olvida que vas en
bicicleta, porque no cuesta trabajo avanzar y te dedicas sólo a
disfrutar del airecillo en la cara. Pero puede ser que, justo cuando
más confiado estés, ¡PUM! encuentres un bache y te caigas.
Puede ser de repente, sin avisar, o puedes ir viendo cómo el camino
se hace cada vez más difícil.
Distintas caídas, distinta gravedad. Distinto susto en función de lo
confiado que fueses, pero la solución es siempre la misma; hay que
levantarse, agarrar la bicicleta y volver a pedalear.
Puedes descansar un poco después de la caída. Dejar que te ayuden a
levantarte, por supuesto. Pero seguramente mientras más tiempo pase
antes de que vuelvas a subirte, más miedo le cogerás. Y en la cuneta
no te vas a quedar para siempre, ¿no?
Lo malo es que ya te has dado cuenta de lo que duele caerse.
Y encima con las heridas, es más difícil pedalear.
Hay partes del camino cómodas, anchas, bien señalizadas, sabes a
dónde vas y puedes correr todo lo que te permitan las piernas.
Pero hay otras zonas más difíciles, incluso de funambulista. Vas por
encima de un cable, intentando mantener el equilibrio, con miedo por
lo que hay o mejor dicho, por lo que no hay a los lados. Pero no
puedes parar. No puedes ir demasiado despacio, te caes seguro. Así
que pedalea. Tampoco aceleres mucho, puede ser peligroso. Pero
pedalea. Pedalea sin mirar atrás, ¡eso sí que es peligroso!, por el
cambio de paisajes sabrás que estás avanzando. Y por último, procura
no mirar más allá del cable, concentrarte en él, en aguantar sobre
él un tramo más, ya queda menos.
Nosotros ahora vamos por un camino estrecho.
Pedalea.
Pedalea. Un día este tramo se acabará, no sabemos cuándo, ni cómo
será el siguiente, si se irá ensanchando poco a poco o si de repente
desembocaremos en una autovía, ojalá!
Sólo sabemos que queda menos que hace unos meses, porque hemos visto
pasar los precipicios. Nadie nos avisó cuando se acababa la autovía
y nos caímos, claro.
Entre todos nos ayudasteis a subir la bici y parece que seguimos
encima, menos mal.
Pedalea, pedalea. Pedalea
Se hace duro pensar que nunca volveremos a esa misma autovía.
Volveremos a carreteras, puede que incluso a autovías, sí, pero no
a ésa.
Menos mal que tenemos grabado en la memoria el paisaje, cada olor,
cada curva. Sobre todo el último tramo, el más ancho.
Ahora nos gusta pensar que si nos han mandado por otro camino que no
era el que elegimos será para algo. Y que será ALGO BUENO.
foto {1x1}
P.D. Yo no me había caído antes. 29 años son muchos para no caerse,
pero se agradecen ;)
Categorías