Definitivamente «tener la casa ordenada como las de las revistas», «aprender a hacer fotos», «actualizar el blog a diario», «levantarse temprano»… y si puede ser no tener ojeras, son propósitos incompatibles. Y es un problema, porque eran mis propósitos de este año (además de terminar al máster, ser más paciente y unos cuantos más 🙁 ).
Más que incompatibles diría que son EXCLUYENTES ENTRE SÍ; a pesar de que, como diría Sarai Llamas,
la entrada de hoy llega tarde, aún tengo que hacer el cambio de armarios de invierno a verano (o me espero ya a que vuelva a ser otoño?) y la cocina me ha dado verguenza enseñarosla así que definitivamente, ¡¡tengo que elegir!!
Alguno habrá que dejar para otro año, ¿no?. Menos mal que en 48 horas llegan las vacaciones y tendremos un mes enterito para descansar, coger fuerzas… y decidir cuál dejo atrás; ¿cuál me recomendáis vosotros?
Que se os haga leve el día a los que no estéis de vacaciones… al menos no tendréis que cambiar armarios ;)!