Si el primer día en Berlín fue para hacernos una idea de la ciudad, el segundo lo dedicamos a conocer el barrio que mas nos apetecía, Prenzlauer;
Era domingo y habia mercadillo en Mauerpark asi q
madrugamos (sí, con los bebés siempre se madruga) y nos fuimos en metro
hasta allí:
Primero un buen brunch en la calle Oderberguer,
donde a cada paso encuentras un café apetecible,
¡Que se disfruta el doble cuando ves el frío que hace fuera!
Ñam, Ñam…
y una vez cogidas fuerzas, allá que nos fuimos a 8 grados bajo cero, a patearnos el mercadillo,
lleno de objetos curiosos y «cosas viejas» de esas que tanto nos gustan,
A algunos el frío no les quitó las ganas de hacer el tonto 😉
Cuando no fuimos capaces de aguantar más frío, una paradita para calentar el cuerpo y…
Tarde de mercadillos Navideños!!
Carlos estuvo muy entretenido con las lucecitas de navidad y los villancicos, y un rato me quedé yo con él en una cafetería para que «estirara un poco las piernas» 😉 mientras los demás visitaban uno de los mercadillos más grandes:
Charlottenburg
Por último, y apurando ya el día, fuimos al Museo de la Topografía del terror,
Una prueba de que a los museos también se puede ir con niños, podéis ver lo interesado que estaba Carlos y os imagináis lo que nos dejó leer, jjj.
Un día largo y muy, muy aprovechado!