Y con ella la eterna pregunta,
Afortunadamente para mí, atrás quedaron esos años de 14 o 16 bodas y muchas muy apetecibles porque eran de amigos cercanos, lo que significa tener la mayoría de los fines de semana de buen tiempo ocupados + tener que buscar vestido + zapatos + en muchos casos desplazamiento + encima la «moda» de llevar algo en la cabeza… Menos mal que ver luego a tus amigos felices lo compensa todo ;)!
El caso es que ante ese panorama, hubo años en que intenté hacerme yo algún vestido (menos mal que soy de cosas sueltas que disimulan más las costuras ?) y lo que casi siempre nos hacemos son las «cosas de la cabeza», como ya os enseñamos aquí.
El modelo que os traemos hoy es, sin duda, el más simple de cuantos
hemos hecho pero una amiga me pidió que lo pusiera por aquí porque nunca
viene mal tener recursos rápidos…
Sólo necesitamos un canotier,
que reconozco que me encantaban al principio, hace ya 4 años que le
compré el primero que tuve a Lucía Be, pero que ahora ya me saturan un
poco porque han perdido hasta su forma de sombrero planito y a menudo
son sombreros de paja adornados con flores…
Pero bueno, favorecen y
siempre se pueden adornar de alguna forma distinta! Nosotras usamos un
permanente de color negro (era para un mono rosa maquillaje y elegimos
negro para darle algo de fuerza al resultado final) y cuero también de
color negro.
Lo único que hicimos fue ir pintando de negro
segmentos alternos de paja o del material que sea el canotier, hasta
simular una especie de chevron:
Para terminarlo un poco más
forramos la parte interior del sombrero de cuero negro y por último,
recortamos un bigote del mismo cuero y lo pegamos en la parte de atrás
como un guiño a la historia de los bigotes que os contamos aquí (esto
último lo hice en el coche camino de la Iglesia, para que os hagáis una
idea de la poca elaboración que lleva).
-Por cierto algún día tenemos que contaros la historia de ese mueble de
«parches» que es el que guarda tooodos nuestros materiales de
manualidades!-