Ahora que aún es tiempo de recoger algunas frutas os vamos a contar un plan que nos encanta y que posiblemente repitamos este fin de semana si el tiempo (y Martín) lo permiten; se trata de salir a dar un paseo por el campo con nuestra cestita a recoger frutas, semillas, setas o cualquier cosa con la que luego podamos cocinar algo rico:
Esta mermelada la hicimos el año pasado con ciruelas que recogimos de casa de la abuela; tiene un ciruelo pequeñito pero no sabéis cómo cunde, en un ratito cogimos 2 bolsas llenas y antes de que se nos pusieran malas, como no nos daba tiempo a comernoslas todas, decidimos usar las más «pochas» para hacer mermelada,
La receta es bien fácil:
Lo primero es lavar bien la fruta y quitarle los huesos; luego la troceamos (nosotros preferimos no pelarla porque así tiene más fibra… y es más rápido 😉 y
ponemos en un cazo casi la misma cantidad de azúcar que de ciruelas
(700-1000g azúcar por cada kg de fruta) . Se puede rebajar un poquito el
peso de azúcar pero tampoco mucho porque si no sale demasiado líquida.
Nosotros
hicimos 2 mermeladas distintas, una para tostadas y «para regalar», más
espesita y dulce, y otra con bastante menos azúcar (la mitad de azúcar
que de fruta) que usamos para aliñar nuestra ensalada favorita y por eso
nos viene hasta mejor que la consistencia sea más líquida.
Le añadimos el zumo de medio limón y dejamos que se macere durante una hora aprox.
Después
ponemos a cocer a fuego medio durante unos 45 min, removiendo de vez en
cuando, y cuando veamos que tiene la consistencia que nos gusta,
retiramos del fuego y vertemos en los botes (mejor antes de que se
enfríe que luego es más difícil de manejar):
Por último nosotros le pusimos un poco de arpillera, una cintita de homemade y… lista para regalar ;)!
o para probar con nuestro pan de molde…
O para comérsela a cucharadas y no dejar ni rastro!
Aunque reconozco que nosotros no somos tan dulceros como para eso…