Cada viernes, las chicas de sonambulistas se toman un café con todo el que las quiera acompañar y nosotras teníamos gana de unirnos algún día a su propuesta:
Si estuviésemos tomando un café antes de nada os preguntaría que tal estáis, que es algo que a veces se nos olvida preguntar, tanto escribir y escribir…
Si estuviésemos tomando un café os contaría entre otras cosas que noto el blog un poco estancado, no tanto de movimeinto y visitas como de interacción con vosotros, os confesaría que a veces me resulta un poco repetitivo y que estoy pesando en darle un pequeño giro pero aún no sé bien cómo hacerlo.
Si estuviéramos tomando un café os diría que estoy leyendo mucho últimamente (tal como me propuse) pero lo de que los libros sea buenos lo llevo regular… os contaría que desde el primer embarazo no había leído nada de educación ni de crianza y ahora me ha dado por hacer maratón de Montessori.
Os contaría también que estoy deseando que nazca un bebito que yo me sé y os enseñaría la idea que tengo para regalarle, si no fuera un secreto, claro.
Os diría que últimamente he conseguido llevar una vida más tranquila, que descanso más, que voy más lenta. Que sigo haciendo muchas cosas pero con menos prisa, que voy a aprovechar la tranquilidad hasta que Carlos ande :). Y que esto me hace más feliz.
Si estuviéramos tomando un café quizás podría quedarme un poco más, dejaría que Carlitos jugara con las cucharas, mojara el dedo en el azúcar o cualquier otra cosa de las que le divierten a él, pero verme escribir le aburre demasiado. Os diría que estoy de acuerdo con que los niños tienen que aburrirse de vez en cuando, pero que no sé cómo evitar sus protestas.
Con una taza de café delante os preguntaría qué pensáis vosotros de muchas cosas, y sería más fácil que me contestárais. Porque las charlas de 2 o 3 personas son más fáciles, más enriquecedoras, unen más. Por eso el próximo café me lo intentaré tomar así, con 2 o 3 amigos, con los que terminaremos hablando al final de las mismas cosas que aquí, porque son las que nos preocupan a nosotras, pero también hablaremos de los que les preocupe a ellos.
Ah! y os contaría que me acaba de escribir nuestra querida Marga para contarme una cosa que me ha hecho mucha ilusión pero resulta que también es secreto aún, vaya por Dios 😉
La mayoría de los viernes seguiremos con nuestra inspiración, más que nada porque yo tengo la suerte de tomarme el café con Carlos, lento, disfrutando un desayuno que a veces dura hasta una hora! y a él no le gusta mucho que haya más gente a la mesa con nosotros (vamos, que no soporta que escriba ni wasap ni blog ni nada, enterita para él), pero si algún día, como hoy, quiere leer su cuento sin que nadie lo interrumpa, nos tomamos el cafe con Mar y con todos los que os apetezca!